viernes, octubre 17, 2008

LOS CURAS VUELVEN A PATINAR

El nacimiento del primer 'bebé medicamento', el primer bebé 'in vitro' diseñado para salvar a su hermano, afectado por una enfermedad rara, la 'beta-talasemia major', puede ser visto de muchas formas. En general, lo podemos ver como un excelente progreso médico, una manera de salvar vidas aprovechando el comienzo de otra. Pero, claro, como siempre hay quien se cree en posesión de la verdad, ahí están los curas para recordarnos quién tiene esa verdad, como desechando todas aquellas opiniones que no soy como la suya. El comunicado de prensa que han sacado hoy es un insulto al sentido común.

"Se ha calificado el hecho como un éxito y un progreso científico. Sin embargo, someter la vida humana a criterios de pura eficacia técnica supone reducir la dignidad de la persona a un mero valor de utilidad. Los hermanos a los que se les ha privado del derecho a nacer han sido desechados por no ser útiles desde la perspectiva técnica, violando así su dignidad y el respeto absoluto que toda persona merece en sí misma, al margen de cualquier consideración utilitarista. Por su parte, el hermano que finalmente ha nacido ha sido escogido por ser el más útil para una posible curación. Se ha conculcado de esta manera su derecho a ser amado como un fin en sí mismo y a no ser tratado como medio instrumental de utilidad técnica".

Incluso los obispost parafrasean un texto del 30 de marzo de 2006, llamado 'Algunas orientaciones sobre la ilicitud de la reproducción humana artificial y sobre las prácticas injustas autorizadas por la ley que la regularán en España'. El texto señala "la injusticia que se comete con los seres humanos producidos en el laboratorio", al ser tratados “como un mero producto conseguido por el dominio instrumental de los técnicos”.

Al margen de las ganas de vomitar que me vienen tras leer semejantes sandeces, ya con la cabeza fría, puedo decir que el texto de la Conferencia Episcopal no lo firmarían todos los obispos y mucho menos todos los curas. Refleja la estupidez y la cerrazón mental de un sector de la iglesia católica contrario a una sociedad donde los principios morales no sean dictados por un señor de negro con cuello romano. Laicidad, por favor, laicidad.

3 comentarios:

Buscador dijo...

En todo pueblo hay dos grandes actores de las ideas.

El maestro, antorcha, fuego iluminador, llama del saber.

Y el cura, el tipo del extintor.

Frase atribuida, pero no recuerdo a quien.

Aprovecho el tema para invitaros a mi blog: http:labibliaparaenteradillos.blogspot.com

Saludos

LuPiTa dijo...

Como se nota que no tienen hijos...

yinyang mason dijo...

Buscador, me gusta tu blog. Lo voy a enlazar.

Lupita, aunque no tengan hijos, hay cosas como tener una cierta sensibilidad que no dependen de tener o no tener hijos.