viernes, octubre 03, 2008

EL CULTO A LA PERSONALIDAD

Lo reconozco. Tengo el ego muy grande. O me lo tengo muy creído o soy un pedazo de soberbio. Para qué nos vamos a engañar. Quizá es un mecanismo de auto defensa. No lo sé. El caso es que me gusta que pongan mi foto por ahí. No llegué a pensar nunca que mis compañeros Juanma y el otro (lo siento, chico, no recuerdo tu nombre) de la unidad móvil iban a llevar mi foto pegada a su teléfono móvil. Hablo de la foto de este blog. Luego decidieron pegarla al retrovisor de la izquierda. Es el culto a la personalidad. Si es que soy la leche... Por cierto, hay quien dice que la siguiente canción me viene al pelo. Haz click aquí.

4 comentarios:

Peragón R. dijo...

Enhorabuena por tu blog Javier.

LuPiTa dijo...

Hombre... yo mejor viendo este post, te hubiera puesto "Canción de amor propio" de Ismael Serrano, jeje.

Ana Pedrero dijo...

Jajaja. Javier, no hay nada más sano que quererse, porque para ponerte a parir ya están los demás, que suelen hacerlo por la espalda o por envidia. Ole tú. :)

Sobre la canción de Cecilia (uno de mis superéxitos karaokeros)te voy a contar una cosa que te gustará. Si ya la sabías, pido perdón por adelantado por la plastada.
"Dama, Dama" de Cecilia fue una canción que levantó ampollas entre el Franquismo. De hecho, el tema original sufrió la censura. Si te das cuenta, la canción empieza con el "Puntual cumplidora del tercer Mandamiento, algún desliz inconexo...."
Bueno, pues lo del desliz inconexo vino a suplir la letra original, que era "algún desliz en el Sexto", es decir, que la buena señora pecaba con la carne. Si lo piensas, tiene mucho más sentido: cumplidora del Tercero, desliz en el Sexto.
Por lo demás, un placer leerte y más escuchando a Cecilia. Un beso. Dos mejor, para alimentarte el ego. ;)

yinyang mason dijo...

"Por más que me cuento mis chistes, siempre me hacen gracia". Qué bueno es este tío. "Qué suerte desde un principio caerme tan bien". "Dudo que nada me satisfaga mejor que un servidor". Muy bueno, Lupita.

Por cierto, Berrendita, lo del sexto mandamiento no lo sabía.

Peragón, gracias.