lunes, agosto 30, 2010

LA FILOSOFÍA DE IBRAHIMOVIC

Tras la primera jornada de Liga no tengo demasiadas conclusiones. Estamos ante el torneo que premia la regularidad, y como se ha jugado sólo una jornada habrá que ver qué continuidad tienen los diferentes equipos. El Real Madrid ha enseñado los dientes pero se ha visto negado ante el ggl. El Barcelona ha vuelto creando arte sobre la cancha. El Valencia vence y pretende convencer con su renovado equipo sin Villa, Silva y Marchena, a los que los aficionados de Mestalla echarán de menos antes o después. Y las demostraciones de fuerza de otros, como Espanyol y Sevilla...

Pero todos los equipos que acabo de nombrar tendrán más o menos éxito dependiendo del grupo. Evidentemente hay individualidades. Las grandes estrellas arrastran aficionados, pero una flor no hace verano. El fútbol es un deporte de equipo, los entrenadores tienen la obligación de unir el grupo y de tratar a todos los jugadores por igual, cobren lo que cobren, para que jueguen los hombres y no los nombres. El futbolista, salvo honrosas excepciones, tiene un punto egoísta que el entrenador debe manejar.

Y Guardiola es ese entrenador. E Ibrahimovic es ese egoísta. Que el sueco se vaya con esa chulería, con ese despecho, rajando del mejor entrenador que el Barcelona ha tenido en toda su historia le retrata. Dice que Guardiola no es el míster, sino un "filósofo" (ver vídeo). Al margen de las parodias que le hagan en la tele como hombre que busca el "expresionismo alemán" en los vídeos de los próximos rivales, lo cierto es que Guardiola es un súper profesional con el cual sólo juegan los mejores. Y, tal y como destaca el diario 'Marca', Zlatan Ibrahimovic ha sido el jugador más caro de la historia del Barça con un traspaso de 87 millones, levanta cada año una ficha de 12 millones, y es el futbolista que más dinero en traspasos ha movido entre diferentes clubes en toda la historia. Por lo tanto, visto lo visto, creo que no hace falta perder mucho el tiempo valorando la relación calidad-precio del sueco. Y de la filosofía del amigo Zlatan mejor no hablar...

viernes, agosto 27, 2010

ILUSIÓN Y RESPETO PARA LA NUEVA TEMPORADA

La ilusión es el principal sentimiento de cualquier equipo de fútbol cuando comienza la liga. Además pasa en todas las categorías, desde regional hasta las elites. Ahí todos son iguales. Luego a final de temporada unos cobrarán auténticas barbaridades, como es el caso de los grandes clubes, otros verán que no les han ingresado lo que les correspondía, como en otros clubes más pequeños donde siempre les colgará la espada de Damocles del descenso administrativo o incluso de la desaparición, u otros directamente no cobrarán porque juegan en el fútbol más local y amateur de todos. Pero todos parten desde la misma línea de salida, la de la ilusión.

Pero esta temporada tiene un añadido. El mercado de fichajes no se ha movido sólo en el ámbito del fútbol, sino en el periodismo. La marcha de Paco González y Pepe Domingo Castaño de la Cadena SER a la COPE ha revolucionado la radio española y ha supuesto una insufrible guerra de egos donde se ha retratado el mal perder de los que pensaban que siempre iban a ganar. Cura de humildad para unos y liberación, al menos momentánea, para otros. Por lo tanto, la sensación es de ilusión sobre el terreno y el deseo es de respeto entre compañeros.

Pero no sé si eso durará mucho. Mi manera de ser es optimista, de base. Volviendo al fútbol, debería esperar que el fichaje estrella del Real Madrid, que no es el de ningún jugador sino el del entrenador, no suponga una rebaja en las buenas formas. Pero no nos engañemos. Jose Mourinho utilizará todos los recursos a su alcance, los futbolísticos y los no futbolísticos, para ganar. ‘Mou’ presionará al árbitro y al rival en los partidos de todas las formas posibles, y fuera de la cancha será una especie de jugador número 12 desde la sala de prensa. ‘Mou’ es, como he reseñado antes hablando del mundo de la comunicación, aquel que no sabe perder porque ha ganado casi siempre. Por lo tanto, los demás deben dar ejemplo. En el caso del Barça, Pep Guardiola va a seguir siendo el mismo, con una plantilla para mi gusto demasiado corta, pero donde no sobra nadie. Mascherano viene e Ibrahimovic se va, pero el espíritu permanece inalterable y eso es lo que la “gent blaugrana” debe valorar por encima de todo. El método Guardiola parte, pues, del respeto.

Pero también pido respeto entre periodistas. Desde que hace 22 años empecé a ejercer el periodismo deportivo de una manera o de otra, me he sentido vigilado, controlado y sopesado. La puñalada trapera por detrás está a la orden del día en una profesión tan bella como cruelmente competitiva, hoy como ayer. Yo mismo he sentido ese puñal hundiéndose en mi espalda sin opción de defensa más de una vez y aquí sigo, sabiendo que soy uno más, y que nadie es imprescindible. Sabiendo que los currantes somos marionetas de las guerras empresariales que se dirigen desde los despachos. Mientras los machacas no tengamos en cuenta nuestro verdadero papel seguiremos perdiendo el norte entre acusaciones personales que no nos llevan a ningún lado. Así que respeto, por favor. Por cierto, yo sigo el día 6, “aquí en Andalucía Directo”...

lunes, agosto 23, 2010

MIS VIEJOS AMIGOS Y MI VIEJO OFICIO

Lo probé el pasado sábado en el Camp Nou y parece que todavía sé. Mis viejos amigos los Rosety, Gaspar a la derecha, su sobrino Ricardo a la izquierda, y yo en medio. Y mi viejo oficio, la narración de fútbol. El equipo, el mejor Barcelona de la historia, que aplastó en la vuelta de la Supercopa al Sevilla FC por 4-0. No, que nadie piense que he cambiado de trabajo. Fue una experiencia excepcional con un hombre excepcional. Nada más... y nada menos. Por cierto, lo hice a través de Internet, en la web clubseleccion.tv y también en gruposantamonica.com. Gracias pelirrojo. Gracias maestro.

SER PERIODISTA EN ESPAÑA (15)

"LA CULTURA DEL BECARIADO"

Este ha sido un verano convulso en la radio deportiva. Hemos asistido a un espectáculo de egos, oscuros intereses de empresa y matrimonios pactados por conveniencia que han acabado con Paco González y su gente en la COPE y un 'Carrusel Deportivo' de la SER totalmente patas arriba. Pero no quiero hablar de ello porque no es problema mío.

Me preocupan otras cosas como "la cultura del becariado". Ya lo sé, la palabra "becariado" no existe, pero la frase no la inventé yo, sino un jefe que tenía en una etapa anterior de mi vida profesional. Y fue visionario, vaya que sí. Es verano, y vayas a la redacción que vayas en cualquier medio de comunicación todo son becarios. Evidentemente no cobran, evidentemente juegan con la ilusión de que se puedan quedar en los grandes medios de comunicación en los que se encuentran y evidentemente dan una sensación de inexperiencia ante el oyente que daña a la imagen de la empresa. Y lo más triste de todo es que está dejando de ser habitual en verano, sino que es casi la norma durante el resto de la temporada. Y no cobran.

Pero, querido becario, tú no tienes culpa. No puedes hacer más que aprovechar la oportunidad que te brindan. Eso sí, una vez te quemes, como expresa Forges magistralmente en esta viñeta, te barrerán de la redacción como a tus antecesores del verano pasado, a menos que no haya una carambola extraña tipo Paco González. Y que sepas que yo también fuí becario y creo que su figura debe existir, pero como persona que aprende, no como la de alguien que sin cobrar un céntimo sustituye un puesto de trabajo remunerado. "Te dieron un Miura cuando tú sólo habías toreado vaquillas". Así me hablaba mi jefe (el del "becariado") tras mi primer partido en el Camp Nou. Entonces yo cobraba y hasta tenía contrato.

Ahora los grandes grupos de comunicación no hacen eso, sino que simplemente lanzan a sus chavales a por los Miuras y que Dios reparta suerte. Este verano ví en una cadena de televisión nacional un informativo cuya sección de deportes era vacía de contenido por completo y con becarios que ante la cámara reflejaban un estado de nervios que el espectador captaba. Mala imagen para la cadena, para el grupo mediático que representa y por supuesto para un aspirante a periodista que hubiera necesitado cimientos más firmes para plantarse en directo con un micrófono en la mano. Lo siento, porque me veo a mí mismo en ellos y la experiencia no debe ser agradable. Casi sufrí con el programa de deportes que ví en vez de disfrutarlo. Lo dicho, que becarios sí, pero de otra forma.