He visto una entrevista a José Saramago que destilaba buen humor, sabiduría y algunas gotas de genialidad. Podría reproducirla entera, pero hay sólo un detalle con el que me quedo. Saramago cuenta que la vida no tiene sentido universal para todo el mundo. Sólo es la orientación que cada uno de nosotros le damos a esa vida. Nadie te puede decir que la existencia humana tiene este o aquel sentido.
Algunas de las reflexiones de Saramago tenían mucho que ver con las que leí en el libro de Pepe Rodríguez 'Morir es nada', donde la muerte no se toma como un paso al 'otro mundo' o a algo místico, sino como una parte más de la vida. El escritor portugués dice que si viviéramos eternamente sería aburridísimo.
Hace años, cuando era un niño, leí un cuento catalán que se llamaba 'El cavaller de Milany' ('El caballero de mil años'). Era la vida de un señor de la guerra de la Edad Media que pidió un hechizo para vivir eternamente. Al caballero le dieron un trozo de leña y le dijeron que sólo moriría si lo quemaba. Su existencia fue feliz un tiempo, pero con los años fue envejeciendo y su existencia se convirtió en tediosa. Pasaron tantos siglos que hasta la gente cambió el idioma y el caballero se sentía totalmente solo, sin poder comunicar a nadie su verdadero deseo: morirse. Así que el viejo guerrero tuvo que utilizar a un estudioso en lenguas muertas para decirle simplemente que quemara el tronco. Su muerte fue dulce... y llena de sentido.
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