jueves, diciembre 15, 2005

LA MALDICIÓN (ROTA) DE PETER CROUCH


Me alegro por Peter Crouch. Ha vuelto a golear y lleva una racha bastante interesante. Estamos hablando de un delantero del Liverpool, joven, pareja de baile de Fernando Morientes, y que ha sabido aguantar la presión de la prensa británica porque no marcaba un gol ni al arco iris.

Tan fuerte fue esa presión y tanto el cachondeo que un diario llegó ofrecer un lote de botellas de champán (peleón, por supuesto) para el portero que encajara el primer gol de Crouch. Toni Doblas viajó a Anfield Road y recibió esa espectacular ‘oferta’. El meta del Betis mantuvo la porteria a cero y se quedó sin ‘regalo’. Estamos hablando del 23 de noviembre.

Tres días después, el Liverpool gana el Manchester City, el 30 de noviembre se deshace del Sunderland. Sigue sin marcar Crouch y la maldición sigue. Hasta que nos plantamos en el 3 de diciembre. Partido contra el Wigan, una de las revelaciones de la ‘Premier League’. Victoria por 3-0 y dos goles de Crouch. Y es tan buen chaval que, con toda la presión que había tenido, cuando podía haber sacado pecho no dudó en reconocer que habia tenido un pelín de suerte.

Tras el decepcionante 0-0 ante el Chelsea y el 2-0 contra el ‘Boro’ (con dos goles de Morientes), Crouch ha vuelto a marcar hoy por partida doble contra el Deportivo Saprissa de Costa Rica en ese invento raro de la FIFA que es el Mundial de Clubes. 3-0 y clasificación directa para la final contra el Sao Paulo, que jugarán este domingo en Japón.

Peter Crouch era uno de los hombres deseados por Rafa Benítez este verano y, como en Liverpool sí le dejan fichar lo que quiere, Crouch no tardó en firmar un contrato de cuatro años con los ‘reds’. Tiene envergadura, pero también es técnico. No es ningún tronco, aunque ha habido ocasiones en que me ha recordado al mejor (o peor) Julio Salinas. En cualquier caso, Peter Crouch ha tenido la cabeza suficientemente fría como para quitarse de encima el estigma de no-goleador. Ahora debería ser el que enviara las botellas de champán al periodista que inventó la broma...

Por cierto, el Liverpool lleva 11 partidos sin perder y más de 1.000 minutos sin recibir un gol... Rafa, vuelve pronto, te necesitamos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, amigo Javier. La maldición de Peter Crouch duró un poquito más, porque el primer gol no se lo adjudicaron, dado que se le apuntó a Mike Pollitt, meta del Wigan, en propia puerta. Menos mal que marcó un golazo de vaselina pocos minutos después...
Un abrazo. José Antonio Rosa.