Soy de Barcelona, pero he vivido en Jaén, Madrid, Andorra, Reus y Londres. Me siento aventurero ya que he hecho de todo y tengo todo por hacer. Me mueven los valores de laicidad, tolerancia y respeto. Me siento átomo en medio del universo. Deseo la libertad, la igualdad y la fraternidad. Bienvenidos a mi blog. Está abierto a todos vuestros comentarios.
martes, diciembre 20, 2005
UN CONCEPTO ÉTICO DEL PERIODISMO
Os va a parecer peloteo a mi futuro jefe. Soy consciente. Pero es que me he hecho con dos párrafos de unas palabras que pronunció hace poco en una entrega de premios y me parece que dicen mucho sobre la ética en el periodismo. José Manuel Lupiáñez, director de 'Andalucía Directo' de Canal Sur, recoge el Premio Andalucía de Periodismo de manos del presidente de la Junta, Manuel Chaves. Y delante de los altos cargos, de los grandes capitostes, Lupiáñez suelta lo siguiente:
"Hoy nos convoca el periodismo, un oficio imprescindible que habla de la gente y sus acontecimientos, un oficio, por tanto, de riesgo, porque de la honestidad que demostremos y de la independencia que nos concedan para ejercerlo dependerá que nuestro trabajo sea útil y digno, o todo lo contrario. El periodismo como aproximación veraz a la verdad es, desde luego, un ejercicio ético, pero a la vista de la diatriba en la que algunos andan envueltos, el buen periodismo es un alarde de equilibrio entre dos extremos antagónicos. Hay quien se conforma espolvoreando azúcar y quien sólo se contenta vaticinando naufragios. Pero hay también un punto intermedio: El trabajo bien hecho, sin puerta trasera, sin ataduras, sin compromisos inconfesables o innecesarios. Sirva pues de aviso para navegantes insensatos y políticos entrometidos.
No corren buenos tiempos. Algunos diplomados en la bazofia y el disimulo lavan su conciencia y su negocio blanqueando la basura para que no parezca desperdicio, cuando ellos saben, como sabemos todos, que la basura no se diferencia por el color del celofán en la que se envuelve. La basura se detecta, sencillamente, por el mal olor que desprende el estercolero. Hoy hablamos de periodismo, y a la vista de un panorama tan precario a veces y, a veces, tan confuso, nos vemos obligados a explicar lo que es obvio: No es periodista quien sólo acredita para parecerlo su destreza para invadir alcobas privadas y hacerlo a degüello. No es un empresario justo quien, a cambio de un sueldo irrisorio, malogra el futuro de jóvenes becarios haciéndoles perseguir fantasmas por saraos y aeropuertos".
Creo que no es necesario añadir nada más.
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