jueves, diciembre 01, 2005

LA EXTRAÑA LÓGICA FEMENINA


Un día a mi amiga Marta le prometí una disección sobre su serie favorita, 'Sex in the city'. Esta semana, con una actualidad deportiva más desangelada que en la anterior y una actualidad política que es casi más de los mismo, voy a dejar caer algunas reflexiones sobre la serie de la HBO americana.

Me llama la atención que las protagonistas no piensen en otra cosa que en el sexo. Las mujeres que conozco piensan en mil cosas más: eso no quiere decir que el sexo no ocupe un lugar en su vida, pero es un factor más. 'Sex in the city' es una serie supuestamente de hoy, pero con planteamientos que yo no me he encontrado en mi vida en ningún sitio. O vivo en una caverna, o es que las jóvenes urbanas profesionales y modernas sólo se encuentran en Nueva York.

'Sex in the city' es una serie tan atractiva como intelectualmente vacía. Es atractivo hablar de sexo, pero los argumentos que utilizan no son precisamente para ponerles el birrete. En cualquier caso, entran en la extraña lógica de las mujeres, donde la palabra 'sí' significa 'no' y donde todo tiene mil matices de lo más retorcido. Es ese pensamiento femenino que requiere una conjunción astral y de mil variables para que un día sea considerado perfecto.

Que conste que desde la noche de los tiempos he intentado entender la lógica (o no lógica) del sexo opuesto, pero me he dado por vencido. Por muchos chistes de Maitena que lea, y por muchos episodiois de 'Sex in the city' que devore, nunca voy a conseguir descifrar lo que pasa por la cabeza de una mujer. No quiero parecer uno de esos monologuistas que sólo hablan de las relaciones entre hombres y mujeres. Yo soy de la vía de mi amigo Fito Vázquez, que inició uno de sus monólogos con la frase "no voy a hablar de follar"... y lo cumplió.

'Sex in the city' es una serie prescindible, pero al mismo tiempo entretenida, con un buen guión. En medio de tanta mediocridad, no es lo peor que sale en televisión, pero me sigo quedando con 'Gilmore Girls'.

Por cierto, hace pocos días hablé de un conocido delantero madridista que había invitado "a cenar a su casa" a una no tan conocida presentadora de television. Bien podría ser una historia típica de 'Sex in the city'...

3 comentarios:

Graciosa dijo...

Lo prometido es deuda y lo has hecho. Proximamente, escribiré en mi blog mi opinión al respecto. Por increíble que te parezca, la serie se parece más a la realidad de lo imaginable...aunque es verdad que la filosofía suele ser de la Srta. Pepis. Es una serie para entretener, tampoco hay que buscarle más vueltas. Besis

Martí Perarnau dijo...

Hola Javier,

Gracias por visitar mi blog y tus cariñosas palabras. Considérame ya como visitante asiduo del tuyo. Ya he leído lo que le hiciste al taxista del águila pre-constitucional. Je, je.

En cuanto a "Sex..." confieso que me entretiene, aunque la encuentro repetitiva, lo que no deja de ser una contradicción dado que he visto la mayoría de los capítulos varias veces. Contradicción masculina. Para mi gusto, la serie más memorable es "The West Wing" (El Ala Oeste).

Saludos

Anónimo dijo...

Hola Javier,
un saludo, soy Paco, estoy leyendo algunos posts de tu blog y me parecen muy interesantes, sobre todo el de este domingo, ya que coincide con los comments que hemos escrito en el blog de Marti,

para tu info, hasta hace poco no era muy amante de internet, pero desde que descubri algunos blogs de periodistas y contertulios de estos como tu, me estoy aficionando mucho,

por si fuera de tu interes, te paso los blogs que suelo visitar, no todos son de deporte, espero que sean de tu interes.

http://foixblog.blogspot.com/
http://banyeres.blogspot.com/
http://blogs.prisacom.com/martigomez/
http://blogs.prisacom.com/javierdelpino/
http://laducha.blogspot.com/
http://lolesvives.blogspot.com/

tambien suelo entrar y aportar mis comments en los blogs de Marti sobre politica nacional, internaiconal y think-thank, si los tienes OK, si no, puedes encontrarlos desde el blog de Marti.

lo dicho, un saludo y gracias por compartir tus ideas en tu blog.

Paco