Mi compañera Luz Almagro ha introducido una nueva palabra en mi vocabulario particular: "cortoplacismo". Es un grandísimo palabro, pero refleja una manera de vivir que va mucho con la sociedad actual y con nuestro stress. Luz me hablaba de cortoplacismo cuando estaba haciendo un boletines informativos de tres minutos cada media hora sobre actualidad de Jaén en la radio. Todo a corto plazo, evidentemente, sin tiempo para saborear una noticia, pensar en ella, reflexionarla...
El "cortoplacismo" es ese vivir al día que tenemos todos. El hecho de que todo es provisional y para ayer, de que el largo plazo no se orbserva y ni siquiera el medio plazo. Es la situación laboral, es el amor, es la propia vida, que te puede sorprender por sí misma. Pero el "cortoplacismo" lleva esta manera de vivir hasta el límite sin recordar lo que vivimos ayer. Somos incapaces de salir de nuestra aldea, pero tenemos Internet. No tenemos sentido de la solidaridad, aun sabiendo que el desequilibrio en el mundo es grande.
Las frases "paz mundial" y "quiero que se acabe el hambre en el mundo" se han quedado para los concursos de misses y las estupendas reflexiones de las coronadas en esos concursos donde las mujeres son mostradas como ganado. El "cortoplacismo" es no relacionarse con la gente y con los elementos que nos rodean de una forma auténtica, sin barreras.
El "cortoplacismo" es no reconocer que somos animales de la tierra, como los otros, con la única diferencia de que nosotros hemos acomodado el planeta a nuestro gusto y de que los otros se han adaptado siempre a su hábitat natural. El "cortoplacismo", querida Luz, es un flash informativo de tres minutos y la premura por pasar de una noticia a otra sin digerir bien la anterior. "Cortoplacismo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario