Es tarde. Tengo sueño. La hora es 1.54 y mañana me levantaré como todos los días a las 7.00 para echarme a correr, sudar, desayunar... y trabajar. Pero eso será mañana. Acabo de venir de Baeza de ver en directo a Javier Ruibal, alguien a quien quería ver hace mucho tiempo. Lo quise paladear en Madrid, pero ni ocho años viviendo allí me sirvieron para escaparme a la sala Galileo. De hecho, aquí en Jaén estoy haciendo cosas que tenía que haber hecho mucho tiempo. Nunca es tarde. Teatro Montemar. Una ciudad para ver piedra a piedra. Un cantautor de besos, caricias y aromas, un bajista endiablado (demasiado a veces) y un percusionista más que correcto. Y todo en favor de la poesía cotidiana. Lástima que mi canción favorita, 'Esta hora de los besos' no la haya interpretado. "Esta hora de los besos, en que por ti me daría, a tu capricho y merced, hasta las claras del día, no te hacen dueña mi vida, de las otras veintitrés, pero sabes que son tuyas, si tú las quieres tener". Dejo aquí otras dos canciones, 'Lo que me dice tu boca' y 'Para llevarte a vivir', interpretadas en el show televisivo de Toni Rovira.
5 comentarios:
No lo conocía JAvier, dulce, muy dulce...
Oye... gracias.
La llevo escuchando un rato y no me canso... que bonita... aysssss... qué bonito el amor... a nuestra manera...no?
Ruibal es la ternura, la poesía, el sentimiento. He tenido la suerte de compartir con él algunos momentos que ya son parte del patrimonio que me traje de ese Cái del que estamos irremisiblemente enamorados los dos.
Gracias por traérnoslo. Un beso.
Tus primeras líneas me recuerdan que no hago nada, pero que nada de nada de ejercicio.
Tienes un regalito en mi blog. Espero que te guste.
Besos.
Gracias por enlazar la página de Javier desde tu blog. Todo un detalle que no siempre se hace.
Juan Andrés.
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