jueves, septiembre 18, 2008

LAS CARAS DE BÉLMEZ

Acabo de venir de Bélmez de la Moraleda, el famoso pueblo de las caras. He hecho dos conexiones en directo y no sólo he visto caras, sino el pasado de una familia, un alcalde ilusionado y un pueblo volcado. No me escondo. Siempre he sido escéptico y de hecho tengo en los enlaces permanentes dos blogs de ese tipo, 'Cerebros no lavados' y 'Blog Magufo'.

Lo de Bélmez sinceramente no me lo acabo de creer. Este domingo volveré a ir y dicen que me van a poner psicofonías de María Gómez, la señora de la casa que ya no está entre nosotros. Ante estos temas, siempre pienso igual: escepticismo y distancia. Un agnóstico no puede pensar otra cosa.

5 comentarios:

Eugenio Manuel dijo...

Yo uso mucho el recurso en clase de hablar de chorradas pseudicientíficas. Soy profesor de ciencias en secundaria, me gusta explicar lo que es la ciencia a través de lo que no es ciencia.

Los adolescentes son muy dados a creer, pero cuando indagas te das cuenta que la culpa no sólo la tiene la televisión, en algunas casas se toman en serio estas magufadas.

En mi etiqueta pseudociencias tienes algunas entradas sobre el tema. Por si te interesa, entra sin llamar.

yinyang mason dijo...

Buen método el que utilizas en clase. Bien pensado...

aLoNe THe DReaMS SuRViVe dijo...

Yo todavía no he estado en Bélmez, pero mi madre me mando un CD con fotos de las caras y tal, ¿qué crees que puede haber detrás del rollo ese? ¿las pintarán ellos pá darle bombo al pueblo?

yinyang mason dijo...

No creo que estén pintadas porque se desplazan cada equis tiempo. Eso sí, no creo que sea verdad. Químicamente se ha mostrado que mezclar ciertos productos de limpieza con el cemento del cual está hecho el suelo produce el efecto de esas caras. Además, ¿no has visto nunca caras o formas varias en las nubes, por ejemplo?

Zlax dijo...

Si es de lo mas extraño...ademas bajo ese punto de analisis, quien se va a creer que existen, segun LA CIENCIA, 11 dimensiones...y es que hay que meter el dedo en la llaga como Mateo.