Soy de Barcelona, pero he vivido en Jaén, Madrid, Andorra, Reus y Londres. Me siento aventurero ya que he hecho de todo y tengo todo por hacer. Me mueven los valores de laicidad, tolerancia y respeto. Me siento átomo en medio del universo. Deseo la libertad, la igualdad y la fraternidad. Bienvenidos a mi blog. Está abierto a todos vuestros comentarios.
domingo, enero 15, 2006
LA CAÍDA DE OTRO JUGUETE ROTO
Ahí va la última de Fernando Marqués, otra joven promesa que va camino de convertirse en un juguete roto más. El Consejo de Administración del Racing de Santander va a tomar las "medidas disciplinarias oportunas" contra Marqués, quien el sábado por la mañana fue identificado por la Policía Local tras comprobar que conducía bajo los efectos del alcohol.
Ya el pasado mes de septiembre, el jugador se negó a someterse a un control rutinario de peso, e insultó y menospreció a Manolo Preciado y a su ayudante, Pedro Alba, cuando los dos técnicos le instaron a que se pesase. Ya por entonces Fernando Marqués fue suspendido quince días de empleo y sueldo.
Que haya posibles ‘cracks’ que luego fracasen por indisciplina es tan viejo como el fútbol. La combinación es explosiva: dinero y fama fáciles para personas que todavía están madurando. Quizá sea una cuestión de educación, que no se resume en saber decir “por favor” y “gracias”, sino en que te sepan transmitir unos valores. Ahora lo que yo me pregunto es, visto lo visto en los institutos de este país, es cuántos ‘Fernandos Marqués’ se tienen que estar fabricando.
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2 comentarios:
Javier
Conozco desde dentro el futbol profesional ,y he visto como carreras enormemente prometedoras se truncaban por el tipo de cosas que cuentas.
Dinero , exito social , son cosas que son dificiles de asumir para un joven cuya unica experiencia vital ha sido un campo de entrenamiento.
Educacion en valores? sin duda ,pero debe venir fundamentalmente de una familia normalmente mas enfocada en rentabilizar en terminos inmediatos la"fama" del jugador.
Ante casos como este solo sirve la disciplina. Si el chaval es sancionado con la contundencia que requiere el caso, quizá se de cuenta lo que puede perder si sigue por ese camino. Y si no es así, si continúa por el camino de la perdición, que asuma las consecuencias.
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