lunes, enero 09, 2006

VIOLENCIA EN EL FÚTBOL: DEMASIADA HIPOCRESÍA


Todos hemos alucinado con las imágenes de un grupo de ultras del Espanyol agrediendo a dos aficionados norteamericanos que iban con una bufanda del Barça sin saber que estaban en terreno hostil. Ahora el asunto de la violencia en el fútbol viene de las Brigadas Blanquiazules. Mañana vendrá de otro grupo, pasará otra cosa y seguiremos igual. La gente se lamentará, los dirigentes deportivos tomarán medidas ejemplarizantes, lavaremos nuestra conciencia y volveremos a empezar.

Hoy he escuchado a Dani Sánchez Llibre indignado. Que si los socios que hicieron cantos racistas contra Kameni serán expulsados del club, que si los que han agredido a los estadounidenses también, que si no les vamos a dejar entrar más... ¿Pero realmente hace falta que se produzca un hecho violento para que el rey de las latas de conservas descubra que no estaría mal que las Brigadas Blanquiazules desaparecieran? Me encantaría equivocarme, pero no me extrañaría nada que en pocas semanas volvamos a ver banderas españolas con el águila imperial.

¿Y el resto de los clubs? ¿Qué pasa con los grupos ultras? ¿Y con los símbolos fachas? ¿Y si se les prohibe la entrada de una vez? ¿Y los organismos anti violencia? ¿Realmente sirven de algo?

1 comentario:

Pablo J. Rivera dijo...

No se debe nunca mezclar política con deporte.