miércoles, enero 11, 2006

ÉTICA Y CINE


Diría que ambos términos son en muchos casos incompatibles. Hay muchos actores que, pese a ser grandes profesionales, no están para nada convencidos de su papel. Es el caso de Adrien Brody, que va a dar vida al mítico Manolete, pero que no hace mucho hizo unas declaraciones contrarias a los toros. No está mal que se quite la máscara, pero tampoco estaría mal que reconociera que si hace el papel de Manolete es por dinero. Es lo que tiene esto del cine.

Eso sí, Brody es tan amante de los billetes con números como buen profesional. Dentro de nada estará en la finca de un conocido torero para aprender algunas cosas de la lidia y, especialmente, para sumergirse en el personaje. Estamos hablando de un intenso entrenamiento de dos meses. Muy profesional, eso sí... Y otra cosa. Me excusan la poca afinidad de Brody por los toros diciendo que en la película habrá muchos minutos para la relación que tenía Manolete con su amante Lupe Sino. Es decir, que no sérá una apología de la tauromaquia propiamente dicha. Pero ya se sabe: para Hollywood, si no hay una historia de amor no hay película.

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