lunes, enero 16, 2006

PROTEGER AL DELANTERO


Me contaba el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, que las discusiones entre ex jugadores en el seno de la FIFA descubrían bastante la extracción cultural y económica de cada uno. Mientras Pelé hablaba del fútbol para los pobres, Rumenigge insistía en "proteger al delantero". Ante un fútbol donde el delantero está desprotegido, aparecen árbitros más severos contra los defensas que los lesionan. Muy bien. Pero entonces, ¿y si es el delantero el que no protege el buen fútbol?

El escupitajo de Samuel Eto'o a Unai Expósito pone a prueba la justicia deportiva y los mecanismos para sancionar por igual al defensa que hace daño o al delantero que chulea. El caso del camerunés es el de un vacilón prepotente al cual le da igual ocho que ochenta y que se refugia en el "todo vale" por su condición de goleador. Luego se disculpa de una manera un tanto rara: "No he escupido y si le he tocado le he pedido perdón, pero yo no iba a escupir. En ningún momento yo le he escupido a él. Yo he escupido pero no iba a él". ¿Pero a quién quieres engañar? E insisto en lo de siempre, ¿para que está la Comisión Antiviolencia?, ¿y vamos a seguir riéndole las gracias a Clemente?

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