Antonio Tapia fuera. José María Amorrortu fuera. Josu Uribe fuera. ¡Todos fuera! Sería interesante que algún directivo de algún equipo de fútbol se diera cuenta de que el que era un buen entrenador hace una semana lo puede seguir siendo hoy.
Tapia salvó al Málaga la temporada pasada, le quitaron la columna vertebral del equipo y ahora pretenden que sea el Harry Potter del fútbol moderno. Amorrortu casi siempre ha estado en malos momentos con la Real Sociedad pero sus problemas han sido fruto de la mala gestión de Astiazarán.
Es lo de siempre. Los gestores deportivos son pésimos por lo general y los entrenadores son profesionales, mejores o peores, cuya tarea es desagradecida y poco valorada. El entrenador es el revulsivo, el golpe de efecto, cuando los que le hacen grande o pequeño son los jugadores.
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