Apuntarse a caballo ganador es lo más fácil. Cuando 'la roja' no era 'la roja' sino la selección española o el equipo de Javier Clemente, cuando el fútbol que hacían era defender defender y defender, cuando la generación de futbolistas que le tocó al de Barakaldo no era el grupo que creó Luis Aragonés y el que ha heredado Vicente del Bosque, cuando apenas pasaban de cuartos de final de cualquier competición, cuando dos comunicadores de la radio utilizaban la selección para sus enfrentamientos personales, cuando en la redacción de un medio de comunicación la gente en el fondo deseaba que el equipo de Clemente perdiera, ser partidario de la selección era lo más difícil.
Ahora la selección gana, hace espectáculo, los medios de comunicación están con ella, muchos de los que creaban discordia están fuera y lo más fácil es estar con 'la roja'. La cultura de selección que muchos anhelábamos ya está aquí, por fin. Hablamos de fútbol, no de otra cosa. No hablamos de la crisis, ni de la política, ni de las diversas naciones que componen este lío llamado España.
Que la 'roja' juegue la final del Mundial puede ser una manera fácil de olvidar que estás en paro, pero después de haber bebido unos litros de cerveza, quitar la bandera del balcón y guardar la bufanda que le compraste a un inmigrante seguirás en paro. Los políticos se apuntarán al éxito y competirán entre ellos para que tú, antes de votar, veas quién es el que está más contento de todos, el rey seguirá ahí, con sus modos "campechanos", pero todo volverá a su cauce.
Y Catalunya y Euskadi volverán a ser Catalunya y Euskadi, porque la historia es larga y hay personalidades nacionales largamente consolidadas. Eso sí, hay una diferencia más respecto a la época de Clemente: antes la mayoría de los catalanes eran indiferentes a lo que pasara con la selección y ahora en Barcelona la gente anima a 'la roja', pero porque gana, porque la mitad son culés y porque da gusto que Puyol, un chico que es como el primo del pueblo, eleve su cabeza entre tanto alemán para marcar un gol histórico.
2 comentarios:
Hola Javier me ha encantado tu escrito,este estremeño paretense opina que si la clase trabajadora tuviera un entrenador como Vicente del Bosque,en lugar de ZP otro gallo nos cantaria.
Papá gracias... ja ja ja ja
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