Tengo mucho respeto por las fuerzas de seguridad en general. He podido conocer su trabajo cada vez más y el repelús que me causaban cuando era más joven se ha convertido en un trato cordial. No sé si será por interés informativo o porque veo personas detrás de esos uniformes, cuando los llevan claro.
Aún así, algunos me cuentan que la serie 'Los hombres de Paco', en algunos puntos, no se aleja demasiado de la realidad. De hecho, un comisario jefe de un cuerpo policial en alguna ciudad "de cuyo nombre no quiero acordarme" soltó un par de perlas: "El delincuente ni se crea ni se destruye, sólo se traslada". "Si vemos una transacción, si esto investigamos. Y si vemos que es ilegítima, miramos si es gato o es gata". En fin...
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