La verdad del barquero es lo que le cantó el Barça al Madrid en el derbi más loco de la historia. Todos los que amamos el buen fútbol queríamos ver lo del sábado. Vale que fue un poco exagerado, pero un 2-6 nunca es inmerecido visto lo visto. 1,2,3,4,5,6, Maaaaaaambo... ¡huh! Y lección de fútbol. Quizá haya dos cosas perfectas en la historia: el arte grecolatino y ver jugar a este Barça que empieza a superar las expectativas del Dream Team.
El partido del sábado fue perfecto de cara al del campo del Chelsea el miércoles. Básicamente porque da tranquilidad a la 'culerada' por haber medio resuelto una competición para ir tranquilamente a por la otra, aunque como es tradicional en la historia del Barça siempre pueden dormirse a última hora. Pero los culés no creen que el exceso de confianza dificulte el triplete. Vete a saber...
¿Y el Madrid? Pues como colofón a la temporadita habría que ponerles alguna de las viejas canciones de la gran María Jiménez. "¡Se acabó! Porque yo me lo propuse y sufrí (...) y ahora ya mi mundo es otro". Sólo cabe destacar que jugaron peor que el Numancia o el Recre o cualquiera de los equipos pequeños que le han sabido plantar cara al Barça. Daba la sensación de que los jugadores blancos, pese a empezar el partido marcando, iban de aquí para allá con la cabeza en otra cosa. No hacían más que contemplar el espectáculo... Y encima les pagan por ello. ¡Qué suerte!
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