martes, septiembre 01, 2009

UN DÍA NO ESCANDALIZARÁ QUE VAYAMOS DESNUDOS POR LA CALLE

Últimamente ha habido mucha polémica en Barcelona sobre las costumbres de los turistas: que vayan con el torso desnudo o en bikini. La gente se extraña pero es casi para entenderlo con el calor pegajoso que hay en la capital catalana. No hay ordenanzas municipales en contra, y el delito de 'escándalo público' es algo que afortunadamente ya pasó.

Es más, estamo hablando de la vía pública. Si es un bar o un comercio, dejar pasar a alguien en bikini es más cuestión del dueño del local que de lo que diga la administración pública. Incluso hoy mi madre comentaba viendo las noticias "¿pero que más da ir con bikini o con top?, ¡si es casi lo mismo!".

Hoy han salido publicados dos artículos sobre Barcelona en el diario 'Avui' y 'El País', que Francesc Puigcarbó refleja perfectamente en su blog. ¿Qué le está pasando a BCN? ¿El catalanismo bienpensante nos está carcomiendo las entrañas? ¿No éramos una ciudad de vanguardia y cosmopolita? ¿No habíamos quedado que el que da primero da dos veces?

Yo aún recuerdo programas de radio de cuando era niño poniendo esta pregunta a los oyentes: "¿Está a favor de que las mujeres puedan ir a la playa con los pechos al aire?" (todavía no entendíamos la expresión "top less"). Ahora ese debate no se plantearía.

En Mataró han decidido ser más avanzados y han declarado toda su playa como zona nudista, y el textil que se bañe en textil y el nudista que haga lo propio, pero todos en la misma playa que al fin y al cabo es de todos. No hay terrenos propiedad de nadie. Yo te respeto a tí y tú me respetas a mí. Ni tú me llamas depravado ni yo te llamo 'facha'. Seamos serios.

Además, contra el simplismo hay que poner realidades y hechos concretos. Obras son amores y no buenas razones. Y actualmente una playa nudista a media tarde está casi impecable y si te vas por la zona textil te encuentras bolsas, latas, colillas y todo tipo de desperdicios. Es una cuestión de convivencia, no sólo con los demás, sino con nosotros mismos, de mirar nuestra desnudez sin complejos y sin vergüenza. Eso. Seamos todos unos sinvergüenzas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Reflexión entre reflexiones,amigo mío... He vuelto al mundo bloguero pensando en que forma parte de una nueva etapa de mi vida y como siempre, es para mi un placer contar con tu siempre respetable opinión. Pásate por mi blog y tomamos una copita de complicidad juntos. Un beso