Aun así, cada vez es más difícil que nos enfrentemos cara a cara al otro y le digamos que estamos "bien pero" o "mal pero" y hablemos. Las casas ahora parecen hoteles. Los hijos saludamos y apenas miramos a nuestros padres. Ni nos damos cuenta de cómo van envejeciendo mientras miran 'DEC' o 'El Diario' o la basura que toque, para vaciarte el cerebro y huir de las dudas que te corroen.
Recomiendo de todo corazón la lectura de la novela 'Un mundo feliz' de Aldous Huxley. Es ciencia ficción... hecha en 1932. Se retrata un mundo perfecto donde todos tienen la capacidad de ser felices sin casi hacer nada. Han sido reproducidos genéticamente, hacen el amor sin contagios ni embarazos, no existe el concepto de familia, todo aquel que tiene padre o madre es repudiado socialmente y las relaciones son absolutamente libres (una especie de 'libertad' impuesta). Hay un nuevo tipo de esclavismo donde seres con un brazo más musculado que el otro hacen labores más adecuadas para ese brazo.
Esa sociedad que se retrata es utópica por completo, pero el lugar del mundo donde nos ha tocado vivir quizá está dirigido intelectualmente con más eficacia que el de 'Un mundo feliz'. ¿El soma, la droga que en la novela entregaba el Estado al pueblo para evadirles, sea la televisión u otros mecanismos para marchitarse en un sofá? No sé, es un hablar...
3 comentarios:
Mmmm, tomo nota para el próximo Sant Jordi
La novela ya está leída, vida...
Jeje, quería decir que tomo nota para pedirla en el próximo Sant Jordi:-)
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