SI SE VA FEDERICO, VENDRÁ OTRO IGUAL

¿Para qué nos vamos a engañar? La marcha de Federico Jiménez Losantos de la COPE no hace más que llenarme de "orgullo y satisfacción", como diría el Borbón. Estamos ante un ser acomplejado que no ha hecho más que crispar y sembrar el odio y los prejuicios. Pero, que nadie se engañe, personajes de su calaña seguirá habiendo. Si se va él, vendrá otro. Otro con ganas de sangre y de devorar todo lo que huela a izquierda, ideas progresistas o sentimiento no español o cosmopolita.

Federico tiene 'Libertad Digital' en la red y como TV. Uno de los programas de referencia es 'La hora de Federico', en el cual nuestro amigo sacará su bilis una vez a la semana en lugar de cada mañana. Y al margen de lo que tenga Jiménez Losantos, siempre habrá medios agresivos, anti democráticos y defensores de la verdad absoluta y única. ¿O es que alguien piensa que la COPE vaya a desaparecer? Lo último que se rumorea son posibles fusiones con Intereconomía, que tiene vinculaciones con el Opus Dei, y con Punto Radio, del grupo Vocento.

Quizá para analizar a la COPE, sería bueno conocer a los obispos y a su idiosincrasia. Es una cadena fuerte, no lo neguemos. Resistieron primero la marcha de Luis del Olmo, las muertes de de Encarna Sánchez y Antonio Herrero, y el fin de la trayectoria de José María García. Y ahí siguen, diciendo "somos libres" y cosas así. Los respeto pero que respeten ellos también a los que no llevamos crucifijo.

Para conocer el asunto, quizá lo mejor sea leer al propio Federico, que se ha explicado en su blog, que para eso lo tiene. Y sobre todo recomiendo con todas mis fuerzas un artículo de Gustavo Vidal, donde se pregunta cómo es posible que un neoliberal como Jiménez Losantos se queje de que le echan cuando, mira por dónde, la flexibilidad de los mercados es muy positiva... siempre y cuando no incluya que él vaya a la calle.

Dice el gran Gustavo Vidal: "Siempre he creído que para los neocon—y Federico parece que lo es—las condiciones del anterior párrafo (movilidad y despido libre) les parecerían regalos del cielo en el marco de la “libre competencia” que “hace próspera a la sociedad civil”. Y no puedo pensar de otra manera pues desde hace años las recomiendan con ardor… para los demás". Pobres neocons, ahora obligados a probar su propia medicina. Pero que no se preocupen, siempre tendrán su referencia, su columnista estrella, su profeta en el que apoyarse.