Cuando hoy entregaba octavillas sobre la situación que vivimos los trabajadores de Andalucía Directo, la gente me miraba asombrada. Observaba el papelito como si fuera un elemento extraño que no esperaba y me miraba a mí cómo diciendo "¿pero qué dice este tío vestido de negro?".
La gente piensa que los periodistas vivimos en un chalet con un harem y cobramos sueldos de ejecutivo. Pues no. Los periodistas, salvo las cuatro estrellas de la radio y la tele, cobramos salarios que no se diferencian de lo que percibe cualquier trabajador. Es más, una señora mayor me ha dicho esta mañana: "Pero si cuando yo tengo que contratar a inmigrantes para varearme los olivos les tengo que pagar 1600 euros... ¿y no me dices que casi no pasas de 1000?". Así es.
Luego un grupo de adolescentes levantaba el puño y formaba un pequeño escándalo. La mañana ha ido entre la señora, el festival hormonal, un buen rato en el mercado de abastos, una rueda de prensa con buenos compañeros y muchas palabras de ánimo. Y todos diciéndome lo mismo, que ya era hora...
4 comentarios:
Endavant i sort amb la reivindicació!
Me veo vareando olivos... Más ánimo, Javier, fenómeno...
Pues vaya, ni que solo fueran los periodistas los de los 1.000 euros raspados. Si fueran solo los periodistas sería la leche, sería perfecto (siento por lo que os toca)
Cuenta con mi solidaridad, incluso te ofrezco mi blog para que intentes encontrar esas sensaciones nuevas que buscas diariamente, no, no me lo agradezcas aún, no velverás a ser una persona normal. Es broma, espero que os vaya bien.
Un saludo y espero que puedas visitarme.
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