viernes, marzo 21, 2008

SEMANA SANTA: UNA ATRACCIÓN INEXPLICABLE

La semana santa de este año ha sido especial para mí. Primero, porque la he vivido con alguien especial. Segundo, porque no he trabajado, así que la he podido vivir con más intensidad. Tercero, porque me ha dado pena no poder trabajar. La conmemoración de la muerte del profeta Jesús ha ejercido una atracción tan especial como difícil de explicar.

Tras varias días viendo procesiones y después de dedicar varias horas al famoso 'abuelo' de Jaén tengo varias reflexiones. De entrada, entiendo la semana santa como una fiesta popular en su sentido más amplio. No estamos únicamente ante un acto de fervor religioso. De hecho, mucha gente que la celebra no pisa una iglesia durante el resto del año. Estamos ante un acto identitario, de comunidad, de vecindad, de hermandad. Tiene fuentes incluso profanas. Es una fiesta más del año, de muerte y vida. Desde un punto de vista freudiano, combina la atracción hacia el 'tanatos', hacia la muerte de Jesús en este caso, con la atracción hacia el 'eros', hacia la gestación y la vida representada en su resurrección.

Me quedo con un artículo aparecido hoy en el diario 'Público'. El profesor de Estructura de la Información Periodísta en la Universidad de Sevilla, Ramón Reig, escribe: "La diosa egipcia Isis resucitaba periódicamente a Serapsis-Osiris para satisfacción propia. Y la diosa Cibeles permitía que al tercer día reviviera el joven Attis. Hay pocas cosas nuevas bajo el sol. Por mucho que se busque la identidad y la devoción -que existen, no hay que negarlo- cuando se aplican otros parámetros el sueño religioso se desvanece". Otro fragmento interesante: "El andaluz no se dirige a Dios cuando reza sino al Hijo o a la Madre".

A pesar de todas estas reflexiones, soy incapaz de responderme a una pregunta: ¿por qué justamente ahora la semana santa me atrae de forma tan irresistible?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Intenta explicarme esto a mí: una de mis grandes pasiones (yo, que no soy creyente) es la Semana Santa, lo que incluye que uno de mis tipos de música favorita sean "las marchas", que vea todas y cada una de las procesiones que pueda, ya sea en la calle o por la televisión (para lo que Andalucía Directo era maravillosa)... puede que, como bien dices, esta Semana tenga ya más de fiesta popular que de acto religioso.

Un saludo

PD: un argumento falaz y demasiado simplón el de Ramón Reig para justificar la no existencia de Dios. Así lo veo yo.

yinyang mason dijo...

"...para lo que Andalucía Directo era maravillosa". No hables en pasado, hombre. No hables en pasado. Ahora hay más futuro que nunca. Al tiempo.

Marc dijo...

Ai, Lunaro, que aviat et veurem amb sotana: "padre Lunaro" (sona bé), hehehe. És broma! (T'ho dic abans que posis el crit al cel). Per a mi la Setmana Santa és un període festiu; les processons i el fervor religiós (que a Catalunya també existeix àmpliament) no m'interessen el més mínim. Entenc que forma part d'un imaginari col·lectiu cultural i tradicional, però no deixa de ser religiós al 100%, fins i tot pels que dieu que no sou creients. És com entrar a Sant Pere del Vaticà per admirar les excel·lències arquitectòniques i artístiques del renaixement i el barroc, però abans deixar clar que no ets creient. En el fons, tots interioritzem un gotim de creença, sinó renunciaríem a l'esplendor de determinats actes tradicionals i culturals.

yinyang mason dijo...

T'he de donar la raó Marc... Què vols que et digui?

Anónimo dijo...

No dudo de que el Sr Lunaro siga la procesión de Jesús como un jiennense más, yo de hecho vi la salida de El Abuelo hace unos años teniendo junto a mí al Sr Lunaro.

La procesión de El Abuelo en su salida a la plaza es por lo menos algo parecido a una "romería de pasión", no lo dudo. Pero por favor, Sr Lunaro, entre un poco en otras hermandades más pequeñas, mire no sólo El Abuelo, mire desde El Silencio hasta el Sepulcro, examine mejor las actitudes más íntimas y descubrirá que la semana santa es más explicable y menos "romera".
saludos

Anónimo dijo...

Creo que Andalucía te ha conquistado, o habrá sido alguna andaluza?

Anónimo dijo...

La Semana Santa, como todo en España, es una fiesta trágica. Igual que un Mundial, una feria, la última posesión de Gasol contra Rusia o los toros. Por eso nos gusta. Como dicen por ahí, ser español es saber perder. Pues la Semana Santa es una pérdida de tiempo para miles de personas. Pero saben cómo hacerlo. Eso hay que reconocerlo.