... Y ÉSTE ES EL ACTUAL "BAJO EL SIGNO DE CÁNCER"

¿Qué supone para tí mirar hacia el futuro? "Es una cosa que me vas a tener que enseñar a enfocar. Yo siempre he disfrutado por adelantado. Yo de pequeño pensaba que iba a ser médico, que iba a ser una persona feliz. Y ahora veo que los pensamientos de felicidad en un futuro lejano no me ayudan mucho". "Mantengo un cierto optimismo, pero el futuro como lo veía a largo plazo y siempre con garantías de ser feliz, ahora mismo no...". "Sí que veo futuro pero es una imagen que no veo nítida".

Es el fragmento de la charla entre una psico-oncóloga y su paciente Eloy Pacho, que padece una cosa parecida a lo que tengo yo. Eloy es hermano de mi amigo y compañero de trabajo Javi Pacho, y ha hecho un blog para contar su experiencia. Yo pasé el mismo proceso que él en los primeros meses, pero lo plasmé en un diario, que todavía sigue escrito a mano y que por el momento no está en el disco duro de mi ordenador, pero que sí se encuentra en el disco duro de mi mente. Ese disco duro que tiene muy presente los primeros días de hospital, en los que te vas haciendo a la idea de que tienes cáncer, una gliomatosis cerebral, para ser exactos.

Así se presenta Eloy en su blog: "Me llamo Eloy, tengo 49 años y soy médico. Creía, sin mucha convicción, que era capricornio. Hace 3 meses, cambió mi signo. Descubrí que tengo cáncer. Ahora, además de mi experiencia profesional, tengo la vivencia directa de esta enfermedad".

En noviembre de 2008 sólo puse dos noticias en mi blog para decir que de momento tenía que paralizarlo por algo que habían descubierto "en mi cabecita" y sobre todo para dar las gracias. Justo en el día en que escribí esa pequeña nota de urgencia, mi Hermano Luis Miguel Fuentes ponía en su blog y en su columna una cadena de unión para decir: "No sé escribirte, hermano. Qué te podría decir, salvo que nos falta el mejor de los obreros y lo esperamos con todo por hacer, con las herramientas por el suelo, con el taller descuadernado". De hecho, el "Para mi Q:. H:. J." con el que empezaba ese bellísimo texto me resultaba enigmático. Tonto de mí, no sabía hacia quién iba realmente. Nunca tuve tiempo de agradecérselo.

Durante todo este tiempo no he querido hablar de mí excesivamente, pero he sacado experiencias muy positivas. He descubierto que ante la dificultad me crezco, y si no lo hago, la dificultad me vence. Y puedo mirar hacia arriba, como en la foto, tomada hace tres semanas tan sólo. Porque yo soy más fuerte, y ése es mi reto, y el cáncer no va a poder conmigo. Porque en mi mente está la mitad de la curación. En mi caso, tengo solución y un tratamiento que está saliendo según lo previsto. Y estoy en buenas manos, en las del Institut Català d'Oncologia. Y que quede clara una cosa: son sanidad pública. No hace falta irse a Houston. Están a la vanguardia de la investigación.

La vida merece ser aprovechada a cada segundo, y sé que tendré que vivir con esta espada de Damocles en la cabeza durante el resto de mi existencia. Tengo miedo, lo confieso. Sería un imbécil si no lo reconociera. Pero yo, como 'alter ego' del tal Damocles, sólo tengo una alternativa: mantenerme vivo. Y como dice Eloy, desconozco el futuro, pero con cáncer o sin él mañana me podría morir en un accidente de coche o de un ladrillo que se me cayera en la cabeza. También he descubierto otra cosa: que no estoy solo. Ya lo dice la frase que cierra la película 'Qué bello es vivir', de Frank Capra: "Nadie es un fracaso si tiene amigos".