Después de hablar y hablar los hechos son lo más importante. Y en el fútbol como en la vida, la propaganda es por los hechos. Hablo de la corta victoria del Barça ante el Madrid. "La propaganda por los hechos". La frase no es mía y se aplica a los anarcocomunistas o comunistas libertarios. Apelaba a la acción directa por la violencia como un mecanismo propagandístico que superaba a la palabra. Evidentemente la evolución de los tiempos y los usos y costumbres nos han demostrado que la violencia no lleva a ningún lado, y que la expresión por la palabra gana a todo.
También el fútbol del Barcelona se ha calificado de poesía y el del Madrid de prosa. La prosa genera best-sellers o un marketing más significado, pero la poesía es el placer de los matices y del arte. El arte del Barcelona es la confitura del fútbol. Ante la tosquedad blanca se imponen los giros imposibles de Leo Messi, las paredes de Xavi e Iniesta, la resolución aparentemente fácil de Ibrahimovic, las subidas de Gerard Piqué, la velocidad supersónica de Puyol, el tren de Abidal por la banda, aquel pase mágico de Dani Alves... y la poesía.
La prosa es los renglones gruesos de Kaká, Lass o Higuaín. Cristiano sólo aparece una vez, como personaje secundario en una trama mal construída. Y el giro estilístico de Pellegrini donde introduce a Raúl. Un recurso con la intención de cambiar el final de la historia... pero que, quién sabe, se podría convertir en el final de Pellegrini. Un entrenador que ha mostrado hechos que no se corresponden con la propaganda con la que vino a Madrid.
También el fútbol del Barcelona se ha calificado de poesía y el del Madrid de prosa. La prosa genera best-sellers o un marketing más significado, pero la poesía es el placer de los matices y del arte. El arte del Barcelona es la confitura del fútbol. Ante la tosquedad blanca se imponen los giros imposibles de Leo Messi, las paredes de Xavi e Iniesta, la resolución aparentemente fácil de Ibrahimovic, las subidas de Gerard Piqué, la velocidad supersónica de Puyol, el tren de Abidal por la banda, aquel pase mágico de Dani Alves... y la poesía.
La prosa es los renglones gruesos de Kaká, Lass o Higuaín. Cristiano sólo aparece una vez, como personaje secundario en una trama mal construída. Y el giro estilístico de Pellegrini donde introduce a Raúl. Un recurso con la intención de cambiar el final de la historia... pero que, quién sabe, se podría convertir en el final de Pellegrini. Un entrenador que ha mostrado hechos que no se corresponden con la propaganda con la que vino a Madrid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario