miércoles, abril 11, 2007

CASO DE VIOLENCIA DE GÉNERO: EL MIEDO GANA

Ayer conocí el caso de una agresión policial en Linares que, al margen de los hechos que sucedieron, tenía el trasfondo de otro caso de violencia de género. Siempre presuntamente, claro. Todo sucedió el pasado domingo a las 15 horas, en pleno centro de Linares, cuando, según el relato de una señora, un joven de 17 años estaba pegando a su novia de 16. La señora avisó a las autoridades.

Llegaron dos policías locales y le pidieron al chico que enseñara el DNI. El chaval no lo llevaba encima ya que al parecer se lo estaban renovando. Los policías le pidieron que fuera con ellos a comisaría, el chaval se resistió, le redujeron y le esposaron. Según las fotografías que después el chico nos mostró, la manera que tuvieron de reducirle no fue muy moderada precisamente. Por cierto, el joven niega que agrediera a su novia y los policías se reafirman en esa presunta agresión. Incluso nos remiten al padre de la chica, que habló con la policía local y manifestó su miedo ante "agresiones reiteradas"

Pues bien, hoy estuve en casa de la familia de la joven y parece ser que esas agresiones se repiten un día sí y al otro también... Lógicamente se extrañaron de verme y me preguntaron cómo había conseguido localizarles. Me acogí a mi secreto profesional, pero les prometí que yo sería el único que periodista que vieran picando a la puerta de su casa.

Eso sí, la familia no quiere revolver más en el asunto ni presentar denuncias. Yo no puedo hacer más que respetarlo. Es una auténtica pena que en según que mujeres o en según que familias el miedo venza a la dignidad personal. El miedo atenaza: es un arma poderosísima que nos impide avanzar y progresar. ¿Se acordarán del miedo el día que pase algo?

4 comentarios:

set sota zero dijo...

El més fort és que sigui gent tant jove, teòricament educada en uns altres valors (de respecte, igualtat...).

Anónimo dijo...

Si este suceso tiene el trasfondo de “otro caso” de violencia de género, no se puede decir “al margen de los hechos que sucedieron”, porque según los hechos que sucedan será o no será otro caso de violencia de género.
Tampoco se puede referir uno a un maltratador de manera tan coloquial, con ese tratamiento de confianza al dirigirse a él como “chico o chaval”, sobre todo si de lo que se desprende por la reflexión final del autor de este blog, efectivamente ha habido malos tratos.
Si “al chaval”, que ha sido delatado a la policía local por pegar a su novia, se le pide que acuda a comisaría por ir indocumentado, y éste se resiste, es muy probable que la manera de reducirle no sea precisamente moderada. Por otro lado, últimamente es muy frecuente que hagamos más caso a las fotografías del delincuente que a las fotografías de la víctima. Sobre todo si las víctimas pertenecen a “otro caso” de violencia de género.
Una señora avisa a las autoridades porque presencia cómo “un chico” pega a una joven, la policía se reafirma en esta presunta agresión, el padre manifiesta, tanto a la autoridad como al periodista autor de este blog, su miedo ante “agresiones reiteradas”; y yo va y me tengo que creer que “el chaval” va indocumentado porque está renovando su DNI. A todos los ciudadanos/as que nos renovamos el carné de identidad nos entregan un resguardo para poder funcionar mientras tanto, pero a este pobre chico que todas las desgracias le vienen juntas, a él no se lo dan.
Pero ¿y lo que mola hacer periodismo social en el que uno asume su responsabilidad en los procesos sociales, reflexionando sobre su papel en el devenir social y preocupándose por la búsqueda de soluciones?
Él, el periodista, estuvo en casa de la familia de la joven agredida, y lógicamente se extrañaron de verle allí, y se preguntaron cómo había conseguido localizarles, y se acogió al secreto profesional, y les prometió que él sería el único periodista que vieran picando a la puerta de su casa, y primero llama chico y chaval al presunto agresor, y después se apenó de las personas a las que el miedo les vence, y no pudo hacer más que respetarlo.
Bueno… sí que pudo hacer más. Este artículo de mierda. Porque aunque sé que dirás que soy uno de esos resentidos y frustrados que entran en tu blog con el paraguas que da el anonimato, te diré, a ti que te cagas en todo y en todos, que éste ha sido un artículo de mierda. Y que has frivolizado con “otro caso de violencia de género”. Y que lo único que querías es que todos leyéramos tus típicas frases de periodista, que para nada te convierten en uno de ellos. Tú mismo.

yinyang mason dijo...

"Éste artículo de mierda". ¿No crees que acabas de quedar retratado? Va, venga, no eres ni frustrado ni resentido... ¿A qué no?

Anónimo dijo...

De parte de un anónimo al que siempre se le critica su ortografia:
Cambiar "Éste artículo de mierda" por "Este artículo de mierda".
Cambiar "¿A qué no? por ¿A que no?

Que ahora va y resulta que los que tiene nombre y apellidos también tienen faltas de ortografia.

Por otra parte: no te insultaré, pero el anónimo anterior tiene razón, tu artículo deja mucho que desear y tratándose del tema que se trata deberías haber tenido un pelin de cuidao.