viernes, abril 06, 2007

CUANDO EL PERIODISTA SE VISTE DE SEMANA SANTA

Lo voy a dejar claro. No soy creyente, y en concreto soy agnóstico. Durante estos días estoy siguiendo la Semana Santa en Andalucía y el año pasado también lo hice. Tengo la oportunidad de ver demostraciones religiosas únicas que basculan entre la devoción, lo identitario y emociones difíciles de explicar. Ante este fenómeno no tienes más remedio que mostrar distancia y respeto, y dar el protagonismo a quien realmente lo debe tener: el cofrade, el costalero, la gente... La Semana Santa es posiblemente la demostración más evidente de religiosidad popular. Y la Iglesia no tiene más remedio que sumarse a ello.

Hoy estoy en Granada y he visto algo que me ha sorprendido muchísimo. Hay un acto de la Semana Santa de aquí conocido popularmente como "las tres de la tarde". Se produce ante un Cristo crucificado de piedra que hay puesto en el Campo del Príncipe. Tocan las campanas de las 15 horas, suena una corneta y se produce un silencio absolutamente sepulcral. A partir de ahí, 10.000 personas se arrodillan y le piden tres favores a ese Cristo. El silencio es conmovedor, la gente llora de forma callada y hasta los periodistas que veía por allí estaban arrodillados murmurando sus plegarias. También los periodistas. Impresionante... y único. No se puede explicar.

7 comentarios:

Javi Saiz dijo...

Bah yo tampoco soy creyente, respeto la semana santa aunque sinceramente, me parece un autentico coñazo.

Saludos y felicidades por el blog.

Anónimo dijo...

Yo también lo voy a dejar claro.
De verdad que lo intento… pero no puedo.
Para los que están en contra de los anónimos que dicen que no escuchamos: leer es escuchar.
Lunaro no es creyente y en concreto es agnóstico. Obvio.
La palabra identitario no está en el diccionario. Lástima, me hubiera gustado apadrinarla.
En la Semana Santa, Lunaro no tiene más remedio que mostrar distancia y respeto, y dar el protagonismo a otros. Pobre Lunaro, con lo que él es.
Y la Iglesia no tiene más remedio que sumarse a la Semana Santa. ¿¿¿???
Lunaro acude al acto de “las tres de la tarde” y a él le impresiona que hasta los periodistas que ve por allí sean creyentes. Sí, esa raza aparte, en concreto también son religiosos.
Impresionante… y único. No se puede explicar.

Anónimo dijo...

Sinceramente, me alegro que te gustara ese acto. Yo no es que sea muy creyente que digamos, pero la Semana Santa puede conmigo... y me encanta. Se me ponen los pelos de punta cada vez que veo salir un paso de su Iglesia al son de la Marcha Real, el himno nacional o lo que se toque. Me emocino cada vez que veo como un paso se queda en su Iglesia por la lluvia.

Pero, seamos también sinceros. Las cofradías son espectáculo. Ni el 20% de los hermanos sienten de verdad ese religiosidad. No los verás nunca en misa, participando en los actos de su hermandad. Y lo digo con conocimiento de causa.

Un saludo.

Marc dijo...

És emocionant, no es pot explicar... milions de creients agenollats fent pregàries i plorant, allaus humanes i crits de deliri relgiós, de misticisme que et fa passar les hores en trànsit; no, no parlo de la Setmana Santa catòlica sinó del peregrinatge islàmic a La Meca. Ah, i després lapiden el dimoni (normalment en forma de dona, és clar) i se'n carreguen uns quants asfixiats o aixafats contra una tanca. He vist episodis de Setmana Santa realment lamentables i molt semblants a la tan criticada religió musulmana -per no parlar dels hàbits alimentaris d'aquests dies i de les butlles que no fa pas tants anys pagaven els adinerats (o els que depenien de la ramaderia) per poder menjar carn aquests dies en qüestió-. L'integrisme no té religió i, tot i que hi hagi coses que et puguin emocionar o sorprendre, no deixen de ser actes de fervor exacerbat i de patetisme col·lectiu. Amb tots els respectes, òbviament...

set sota zero dijo...

Una pregunta: Què pinta el "himno nacional" en una processó?

J.J. Medina dijo...

A ver Marc, después de intentar traducir lo que pones, y no poder entenderlo todo, compadre ¡¡qué menos que si el post está en castellano, contesta en castellano!! CARAJO!!!!! Defiendo como el que más los idiomas autóctonos de cada zona de España donde la haya, pero tio, QUÉ MENOS!!!! En mi caso, medio entiendo el idioma catalán porque me interesé en mi día por conocerlo un poco.

A lo del post. ADORO LA SEMANA SANTA Y SOY, HASTA, ANTICLERICAL. Pero entiendo que la religión tiene, como todo, su parte buena y que se queda dentro de quienes sienten a la religión de turno. Lo que me revienta es cuando salen los obispos a dar por culín. Pero la Semana Santa hay que conocerla por dentro para juzgarla. Dudo mucho que conozcas cómo se vive esta Semana en Andalucía como para decir que "has visto episodios lamentables" y "parecidos a la criticada religión musulmana". ¿Qué es lo que has visto?? Ah sí!!! La peli "Nadie conoce a nadie".

Te digo que antes que hablar, escribir, y menos comparar, CONOZCAS LO QUE HAY. Y que conste, que soy de los que compara las similitudes entre cristianismo e islam, pero la Semana Santa, al menos en Andalucía, NO ES LO QUE YO HE CREÍDO ENTENDER EN TUS PALABRAS.

Te sorprendería la calidad humana que hay bajos los pasos, en los órganos de gobierno de las cofradías, la labor social que éstas ejercen, y la enorme cantidad de agnósticos y ateos que salen en un cortejo.

PD: el Himno Nacional no entiendo qué pinta en la salida de un Cristo, nunca lo he visto adecuado. Eso si, cada vez se toca menos

Marc dijo...

Hola Juanjo!
A ver, primero decirte que te contesto en castellano especialmente para ti: yo pienso y hablo en catalán, luego escribo en esta lengua, CARAJO. Y no pá joder o porque sea más o menos nacionalista, vaya por delante, pero estoy harto de dar explicaciones sobre porqué tal o Pascual cuando si hubiese escrito en inglés no hubiera pasado nada. Si en tu día te interesaste por el idioma catalán, por qué te escuece tanto que alguien lo utilice aunque el blog sea mayoritariamente en castellano, CARAJO? Si el hecho de escribir en catalán molesta a alguien, es su problema; esta es mi lengua materna y con la que me expreso mucho mejor, y seguiré escribiendo en catalán, te guste o no.
En cuánto a mis vivencias de Semana Santa te pondré dos ejemplos de fuera de Catalunya: el primero vivido en propias carnes en Cartagena (Murcia) -Setsotazero se acordará- cuando vivimos el “encuentro” de las cofradías y todo lo que se armaba a su alrededor: desfiles, aglomeraciones de gentes, alcohol a raudales, gente en trance y exaltaciones religiosas de todo tipo; SOLAMENTE LO DESCRIBO, ni lo juzgo ni lo critico, lo único que digo es que no me parece tan lejano a la peregrinación a la Meca, y reconozco que me lo pasé en grande desde el punto de vista festivo. Sé que es una tradición muy arraigada en muchos pueblos de Andalucía, y como tal la respeto, pero lo que no entiendo es que alguien agnóstico o ateo pueda vivir con intensidad la devoción por un santo o una virgen, lo que no excluye, repito, la fiesta colectiva de ir a tomar vinos y juntarse para pasear.
El segundo ejemplo es vía televisión (lo siento, nunca he estado en Sevilla, aunque me encantaría ir algun día). Vi a centenares de gentes espachurradas para alcanzar a tocar a la Virgen de la Macarena; si esto no es obsesión enfermiza para con un icono (religioso o no) que baje Dios y lo vea (nunca mejor dicho). A mi, que soy agnóstico, me gusta la Moreneta por lo que representa, pero ya te digo que si la sacaban en volandas y hubiera una multitud esperándola, no movería ni el meñique para acercarme y tocarla.
Como ves, sí que hablo con conocimiento de causa en el caso de Cartagena, y con curiosidad televisiva en el caso de Sevilla. Y siento si, con lo que has entendido, te hayas podido sentir ofendido, pero en ningún caso he insultado a nadie y, lo que es más importante, NO HE JUZGADO, compadre. No pongo en entredicho la calidad humana de los costaleros (religiosos o no) bajo los pasos ni de las cofradías –como tampoco la de los millones de musulmanes que acuden a La Meca-. Ah, y no me vengas con rollos de “Nadie conoce a nadie” y bla, bla, bla, porque si nos ponemos a comparar o a sacar deducciones, veríamos que si “Sor Citroën” levantara la cabeza, se encontraría con que la España profunda sigue en pie en muchos casos.