LA LOCURA Y SUS ÓPTICAS

Salgo del tren, de la Estación de Sants camino de la plaza de los "Països Catalans". Conforme me acerco veo a mucha gente frente a mí mirando hacia arriba, como a los "tejados" de la estación, donde lo que realmente hay es un aparcamiento. Me acerco a la muchedumbre que miraba embobada, me giro, miro... y era una chica que anunciaba su suicidio.

Vienen tres coches de bomberos, dos ambulancias, Guardia Urbana, personal del AVE... Arriba, una amiga detrás de la supuesta suicida tendiéndole la mano cual Leonardo di Caprio en 'Titanic'. Me cuenta un médico de ambulancia que estaba justo debajo para atender a la chica tan pronto se estampara contra el suelo que lleva 20 minutos así y que asegura que mientras no venga alguien de la tele no explicará por qué se quiere tirar. Le ofrezco mi ayuda porque yo soy "de la tele". Con una mirada condescendiente y una palmadita me dice que lo deje estar.

Al final una bombero (o "bombera", no sé cómo se tiene que decir ahora) la hace desistir del intento ante el aplauso unánime de una platea donde el escenario era el gigantesco letrero "Sants Estació" con una chica queriéndose tirar. Triunfó la razón y las ganas de llamar la atención. Cuando alguien realmente se quiere suicidar no avisa: lo hace y punto. El suicidio: esa respetable pero también cobarde alternativa para escapar de los problemas y por ende de la vida.

Una vez visto el espectáculo, mi cita es otro 'show': el de Albert Boira dando unos estupendos y desternillantes monólogos en el Teatreneu de la 'Vila de Gràcia', dentro del espectacular ciclo de humoristas llamado "Monólogos 10". Y luego una fiesta llena de psiquiatras, con mi hermana y su novio, ambos del gremio, y unos cuantos más. Cada uno con sus pálpitos, con sus manías... Veo una espada de Darth Vader y una catana. Cosas de psiquiatras. ¿Quién está loco? ¿El que tiene una óptica de las cosas diferente? ¿El que percibe el mundo como no está pactado previamente? Psiquiatras 'frikis' y una chica que anuncia su suicidio... ¡Oh!