domingo, marzo 08, 2009

ESTAMOS MAL ACOSTUMBRADOS

Esta tarde se me ha ido la luz de mi casa. Una hora y media a oscuras mientras anochecía. Y a mi que no se me ocurría qué hacer. ¿Leer? No veo. ¿Poner la tele? Necesita luz. ¿Ir a tomar una cerveza? Pero si justo acabo de llegar de haber quedado. ¿Hablar por el móvil? Vale, pero el presidente de Vodafone se irá a la cama conmigo. Al final me meto en la cama como si fuera a echarme una siesta, costumbre que estoy adquiriendo cada vez más. El yoga ibérico, que decía Cela.

Estamos mal acostumbrados. Antes lo anormal era que hubiera luz. En los pueblos de Extremadura, y quizás en los de media España, se usaba el cándil, aceite y una mecha. Luego llegó la última innovación tecnológica, que Picasso dibujó, a su modo, en el 'Gernika', que era el quinqué (si os fijais en el detalle está a la izquierda justamente). Había de boquilla estrecha y de boquilla ancha. Sólo las familias de clases más acomodadas las utilizaban de boquilla ancha. Luego vino un extraño aparato gris, que se llenaba con agua y carburo, explotaba y era casi tan peligroso como una bombona de butano.

En los 50 y 60 del siglo XX, un pueblo necesitaba de un establo para cagar y la gente iba a buscar el agua en cántaros a unos "caños" porque ni que decir tiene que no había ni agua corriente. Bueno, llegó, pero era oro: un solo grifo. En cuanto a la luz, por la noche la familia iba con quinqués por la casa y con linterna por la calle. De hecho, una fábrica suministraba la luz al pueblo de mi señora madre y mientras la fábrica se puso farruca no hubo ni luz ni tinieblas. Vamos, nada. Y luego, cuando hubo luz, sólo había una bombilla para toda la casa.

Y estoy hablando de pueblos, pero hay que acordarse de aquella fenomenal película que pusieron hace nada en televisión que se llama 'Un franco, 14 pesetas'. La escena de uno de los emigrantes españoles descubriendo una taza de water y un rollo de pápel higiénico es una de las claves de lo que nos quiere contar la película. Una España que no sabe quitarse la boina de rosca.

La verdad es que hoy he conocido a gente que me ha aportado mucho. Y lo voy a contar, aunque no vaya mucho con el tema que estoy tratando. Bueno, sí que va. Más que nada porque ahora estamos muy mal acostumbrados a mil comodidades. Por ejemplo, he visto al padre de una amiga que me contaba que cuando llegaron los 'nazionales' a Santa Coloma aún estaban haciendo trueque con las sardinas que le pasaban de Montgat. Por entonces, él tenía la suerte de contar sólo con 13 años. Así que no iba al frente. Era otra época. Cuando las tan preciadas lentejas eran llamadas las pastillas del doctor Azaña o cuando familias enteras llegaban caminando desde Aragón vía Barcelona y dirección Francia y con un bebé muerto entre los brazos. Luego hay quien dice que hay cosas más importantes que la memoria histórica. Pffffffffff...

6 comentarios:

antongr dijo...

como siempre gemnial, lo que escribes. Un fuerte abrazo. y Paciencia, ya veres como pronto , vuelves a canal sur. Pero a mi me gustas en deportes y en la radio. Un abrazo.

yinyang mason dijo...

joder, tío, qué inyección de ánimo me acabas de dar... goooooooooooooooooooooooooooooooooooooooool

Pilar dijo...

Dentro de unos años te estoy leyendo el mismo post en relación a los teléfonos móviles.... Si es que los humanos tenemos la virtud de crearnos necesidades continuamente...

Armenteros dijo...

Como comprenderás no puedo estar más de acuerdo contigo en que conviene no olvidar ciertas cosas. ¡Ay esa memoria que nos quieren cercenar! Aún tratando de evitar historias de abuelo cebolleta, sí que me place rememorar carencias con las que crecimos algunos paletos de pueblo. No las añoro para nada, pero me han servido mucho para valorar lo que ahora tengo, y no sólo en el aspecto material. La experiencia que vamos acumulando en el disco duro, ese que no necesita de electricidad, te hace preciar y apostar por determinados valores que, por ejemplo ayudan a sentirse cerca de personas como tú. Abrazos y recuerdos a la logia.

Charro dijo...

Pero... ¿Cuál es la memoria no histórica?

yinyang mason dijo...

La historia de lo que hicieron unos a otros que éstos prevalecieran... a cualquier precio.