Que la separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) es un sano ejercicio de democracia, y que su vulneración es un atentado contra el principio democrático de la presunción de inocencia y el Estado en si mismo, es cosa que el partido socialista parece no tener muy claro.
Cuando unos medios de comunicación, propiedad de la misma empresa, afines a los apaniguados socialistas obtienen mas información que los propios imputados, no es solamente un acto indigno y vil de la farfolla política, sino que una utilización partidista y sectaria del Estado. Propio de dictaduras a los que estos “adalides de su propia democracia” saben elevar a los altares cuando les conviene y poner a parir cuando la corriente no le es favorable.
La indefensión ocurre cuando el órgano encargado de emitir un juicio u opinión, se ve atado por algún tipo de premisa, haciendo que se pierda la objetividad con la que el acusado pretende ser juzgado. Esa máxima jurista: “In dubio pro reo” (en caso de duda a favor del reo), queda claramente mermada, cuando te ves acusado por alguien que no solo ha militado en el partido político contrario a ti, sino que ha sido diputado del mismo. Esto es como ver a un lobo guardando ovejas.
Y es que es normal, que algunos partidos intenten desviar la atención, a través de su maquinaria publicitaria, bien alimentada a golpe de chequera y otros favores. Desvío de los verdaderos problemas del españolito de a pie, que por la excepcionalidad del momento por el que pasamos, no deja a pocos con telarañas en los bolsillos y pesadillas en la libreta del banco. El paro, con la cifra mas alta de la historia, la solvencia económica de las familias, la reconversión del sector inmobiliario y de construcción, y los bancos, es lo que realmente quita el sueño. En esta España de bilis verbales en el toma y daca político mediático, de intentos de ganar la guerra civil a golpe de BOE y de adoctrinar a nuestros hijos para asegurarse la potrona por los siglos de los siglos.
Se olvidan de todos los obreros, de que gustan abanderarse poniéndose un prestado mono azul y un pañuelo atado al cuello en vísperas de elecciones.Creyéndose para ellos mismo que con que solo vivan bien los del carne en los dientes, España va bien. Y es que obreros somos todos, pero algunos que siempre llevan el pin de currito y ni un callo en las manos de recoger aceitunas, hace muchos, muchos años que se le cayó, por no usarlas, la O de obrero y la E de España.
Cuando unos medios de comunicación, propiedad de la misma empresa, afines a los apaniguados socialistas obtienen mas información que los propios imputados, no es solamente un acto indigno y vil de la farfolla política, sino que una utilización partidista y sectaria del Estado. Propio de dictaduras a los que estos “adalides de su propia democracia” saben elevar a los altares cuando les conviene y poner a parir cuando la corriente no le es favorable.
La indefensión ocurre cuando el órgano encargado de emitir un juicio u opinión, se ve atado por algún tipo de premisa, haciendo que se pierda la objetividad con la que el acusado pretende ser juzgado. Esa máxima jurista: “In dubio pro reo” (en caso de duda a favor del reo), queda claramente mermada, cuando te ves acusado por alguien que no solo ha militado en el partido político contrario a ti, sino que ha sido diputado del mismo. Esto es como ver a un lobo guardando ovejas.
Y es que es normal, que algunos partidos intenten desviar la atención, a través de su maquinaria publicitaria, bien alimentada a golpe de chequera y otros favores. Desvío de los verdaderos problemas del españolito de a pie, que por la excepcionalidad del momento por el que pasamos, no deja a pocos con telarañas en los bolsillos y pesadillas en la libreta del banco. El paro, con la cifra mas alta de la historia, la solvencia económica de las familias, la reconversión del sector inmobiliario y de construcción, y los bancos, es lo que realmente quita el sueño. En esta España de bilis verbales en el toma y daca político mediático, de intentos de ganar la guerra civil a golpe de BOE y de adoctrinar a nuestros hijos para asegurarse la potrona por los siglos de los siglos.
Se olvidan de todos los obreros, de que gustan abanderarse poniéndose un prestado mono azul y un pañuelo atado al cuello en vísperas de elecciones.Creyéndose para ellos mismo que con que solo vivan bien los del carne en los dientes, España va bien. Y es que obreros somos todos, pero algunos que siempre llevan el pin de currito y ni un callo en las manos de recoger aceitunas, hace muchos, muchos años que se le cayó, por no usarlas, la O de obrero y la E de España.
2 comentarios:
Lo suscribo al 100%. Lamentable es que tan certero sea.
Un abrazo, Javier.
totalmente deacuerdo.Y gracias Lunaro por ser de izquierdas pero no del pensamiento unico
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