jueves, marzo 05, 2009

IMPONER EL CINE EN CATALÁN

Si una lengua no se habla, el Estado o las Administraciones tienen que aplicar los mecanismos para que esa lengua, al menos, no se pierda o no se desvanezca de generación en generación. La gente que es de fuera de Barcelona lo primero que piensa antes de venir de visita turística es que todos van a estar hablando en catalán y que los que hablan en castellano van a ser como mínimo unos extraños. Luego se encuentran con lo contrario. La mayoría habla castellano, pero no sólo por la inmigración española de los 50 y 60, sino a través de los pakistaníes, magrebíes y orientales que están aquí desde hace poco.

Así que entre unos y otros la lengua catalana va desapareciendo. Y ahí está la Generalitat haciendo leyes de enseñanza, tan y tan criticadas, donde se establece la inmersión lingüística. El catalán, pues, ha ganado la batalla de las aulas, pero no la batalla del patio, porque si pones la oreja seguirán hablando castellano. Así que demos un paso más: una ley para los cines. Mitad de doblajes en catalán, abundancia de subtítulos en catalán, salas públicas para garantizar unos mínimos de cine europeo, amplias ayudas para películas hechas en catalán, como ésta de Ventura Pons, etc. Yo no sé qué debería o qué no debería ser, pero a veces sin este tipo de medidas las lenguas se pierden y perder una lengua es perder todo un mundo...

8 comentarios:

María Martín Calvo dijo...

Bueno, yo soy subjetiva al respecto de este tema, puesto que veo a Cataluña tan lejos de mi tierra que incluso llego a coger manía a los catalanes (a algunos, ya que tengo amigos y familiares allí y son geniales). No se si es por envidia o porque la lengua (no entenderla) directamente me echa atrás.

En fin, quizá siempre tenderé a ir al sur, por puro destino.

Besos Nazaríes, amigo.

Unknown dijo...

Cine en versión original y subtitulado en catalán? ay ay ay Seguro que así voy a ver muchas más películas jajaja

Charro dijo...

Si una lengua no se habla, es por algo. Ya tuvimos un interesante debate tiempo atrás sobre este asunto.

Por qué ha de promocionarse una lengua que la gente no habla? Qué sentido tiene?

La lengua sirve para comunicarse. Y si una lengua no sirve para comunicarse, irá perdiendo peso con el paso del tiempo y al final desaparecerá. Y no pasará nada. No se perderá ningún mundo. No se perderá ningún pueblo. Si los catalanes utilizan el catalán, perfecto. Si no lo utilizan, pues no hay nada que hacer.

Por qué se intenta que un pakistaní se expresé en catalán, cuando a él le parece mucho más útil hablar castellano? Es para indicarle que está en Cataluña y no en España?

Los políticos catalanes pierden mucho tiempo en estos asuntos y desatienden otros más importantes (y luego dicen que todos los problemas de Cataluña derivan del centralismo y de Madrid).

Mi opinión es que hay que dejar a la gente que hsble lo que quiera. Imponer una lengua es la mejor manera de generar odio a esa lengua y a lo que representa.

Y, por cierto, no hay nada de malo en que la gente hable castellano en Cataluña. No es ningún insulto ni ninguna provocación. Es un idioma que sirve para enterder y hacerse entender. Y el que lo vea como una agresión, tiene un problema de cojones.

javierlunaro dijo...

Lia, me da pena que la frase de tu argumento sea "incluso llego a coger manía a los catalanes". Besos nazaríes.

Pilar, hay que acostumbrar a la gente a ciertos hábitos (la V.O.S.)para que las lenguas pervivan.

Charro, hay una cosa en la que no nos pondremos nunca de acuerdo. Tú no lamentarías nunca una muerte del catalán y yo sí. Tú eres más pragmático (un idioma debe ser un vehículo de comunicación) y yo más romántico (un idioma es todo un mundo).

Yo no considero que una lengua de 400 millones de hablantes sea un problema, aunque aquí hay gente que sí lo piensa. Eso sí, dudo que los que han hecho la ley piensen eso

Charro dijo...

Javier, esa gente que piensa que utilizar el castellano en Cataluña es un problema, tienen un problema.

Por lo demás, acepto tu argumento romántico, pero no creo que las políticas deban regirse por ese tipo de argumentos. Creo que las leyes deberían tender más hacia posiciones lógicas. Y creo que es bastante lógico que cada uno pueda expresarse en la lengua que le parezca bien (y que será aquella que le permite comunicarse con su entorno).

Ninguna ley hará desaparecer el catalán o el castellano. Serán las personas las que pongan el punto y final a un idioma, usando o no esa lengua.

A mi me sigue pareciendo una aberración tratar de hacer que las personas dejen de utilizar la lengua a la que están acostumbrados para emplear otra por ley. Eso ya lo intentó Franco y ni el gallego, ni el euskera ni el catlán se perdieron. Por qué? Porque la gente utilizaba esos idiomas y el idioma sobrevivió a las imposiciones. Si la lengua es útil, seguirá. En cuanto deje de serlo... pues morirá.

Y repito: no pasará nada. El latín desapareció, pero no la cultura latina.

María Martín Calvo dijo...

Javier, siento que te moleste, porque no era mi intención, tan sólo una forma de hablar (muy mal, por mi parte). De todas formas no quería expresar con tanta dureza mi sentimiento, y repito, que lo más seguro, es que sea pura envidia.

Más Besos Nazaríes.

yinyang mason dijo...

Lia, no me pidas disculpas porque no me has perdido el respeto en ningún momento. Expresas tus ideas y és bueno que lo sigas haciendo... No te ralles.

javierog dijo...

Javier, no estoy en absoluto de acuerdo contigo, es más, estoy en contra.

Y lo digo con conocimiento de causa, tras vivir muchos años en Mallorca sufrir en mis carnes como me han intentado imponer siempre el catalán. Esa batalla ganada en las aulas de la que hablas es una victoria de la privacidad del derecho de un profesor a expresarse en castellano ¡En su país!, una imposición de la lengua vehicular de los centros de enseñanza donde ante la posibilidad de elegir entre castellano y catalán (sí, ambas) o sólo catalán, se opta por la última.

Ni que comentar de las subvenciones que me han negado por presentar proyectos culturales en castellano porque lo primero que te pedían para optar a la subvención es que estuviese en catalán.

Como bien dices, el catalán no ha ganado la batalla del patio, ni de la calle, ni de la gente, y si eso es así, así debe respetarse y no intentar perpetuar e imponer una lengua con dinero público de todos los contribuyentes.

El cine en catalán se ha intentado imponer sin éxito, en primer lugar porque las distribuidoras se han negado, obvio, no quieren perder dinero. Y en segundo lugar por la escasa repercusión que tienen las películas en catalán. Creo que el dinero público debe ser utilizado para causas mucho más justificables que para mantener y promocionar e imponer una lengua.

Y te digo Javier, con todo el respeto del mundo, que te hablo no como un español desde fuera, sino como uno desde dentro, que lo ha vivido y que ha padecido esta tremenda injusticia de que te impongan una lengua y te limiten el derecho a expresarte en castellano.

Un abrazo.