martes, marzo 17, 2009

LA GUERRA Y LA PENA DE MUERTE SON MÁS LEGÍTIMAS QUE EL ABORTO, AFIRMA RATZINGER

Y los curas volvieron a hablar. Como se creen los poseedores de la gran certeza, como les asiste la verdad hecha carne, como la moral la han monopolizado ellos durante siglos, como lo que decía el cura del pueblo era siempre la "verdad del barquero", y como estaban legitimados para cometer los abusos que quisieran, pues ahora recurren a la publicidad para recordar que siguen ahí. Provocando, con demagogia, utilizando obscenamente la imagen de un niño.

¿Aborto? No. ¿Argumento? Porque es más importante proteger a un niño no nacido que al lince ibérico. ¡Plas, plas, plas! El público aplaude. Yo también soy contrario al aborto, por respeto a la vida humana, porque no estaría mal preguntarle al niño... ¿pero qué pasa con la madre?, ¿puede dar a luz? Hay casos muy concretos y hay que analizarlos casi individualmente por un comité de bioética, como en Francia. Es el modelo de laicidad, donde los curas hacen lo que deben hacer: decir misa.

Pero hay más. Una carta de Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI, a diferentes obispos de Estados Unidos, da consejos sobre si es bueno dar la comunión a políticos católicos favorables al aborto. Y en esa carta, el amigo Ratzinger, que en su juventud tuvo su militancia hitleriana de la que jamás ha mostrado arrepentimiento, dice que se le puede dar la comunión a un político que apoye una guerra o la pena capital, pero no así con el aborto y la eutanasia. Así de duro.

Dice Ratzinger: "No todos los asuntos morales tienen el mismo peso moral que el aborto y la eutanasia. Por ejemplo, si un católico discrepara con el Santo Padre sobre la aplicación de la pena de muerte o en la decisión de hacer la guerra, éste no sería considerado por esta razón indigno de presentarse a recibir la Sagrada Comunión. Aunque la Iglesia exhorta a las autoridades civiles a buscar la paz, y no la guerra, y a ejercer discreción y misericordia al castigar a criminales, aún sería lícito tomar las armas para repeler a un agresor o recurrir a la pena capital. Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del aborto y la eutanasia". ¡Tela!

1 comentario:

Charro dijo...

Bueno, al revés la situación es similar. Miles de personas que en su día gritaron "No a la Guerra" y ahora apoyan el aborto. Y no acabo de comprander el por qué nadie les dice nada.

La Iglesia y tiene unas incongruencias realmente divertidas, pero no es la única.