Que estamos en crisis es algo que no se le escapa a nadie. Que intentamos que nuestro descanso sea lo más barato posible es indiscutible. Y que buscamos arañar de donde sea para ahorrarnos cuatro duros también es verdad. El sábado pasado estuve alojado en un precioso hotel malagueño que pertenece a la cadena 'Posadas de España'. Era habitación con hidromasaje y desayuno incluído por 90 euros. De lujo.
Pues bien, lo que voy a contar suele pasar cuando llegas a un hotel. Que cuando desayunas te pones morado de comida, o como mínimo intentas probar cosas que no incluyes habitualmente en tus desayunos. Pero es que el domingo por la mañana me encontré con una nueva vuelta de tuerca sobre el asunto. Una nueva versión de la crisis, en pocas palabras. Una señora empezó a arrasar con todo lo que veía. Pero me llamó la atención que cogiera un montón de panecillos y de embutido. ¿Tantos panes y salami necesitaba? Pues no. Estaba haciendo los bocadillos para la playa. Estamos mal, muy mal.
1 comentario:
Jajajaja. lo de arrambar con lo que encuentras en los bufets libres es cosa de la edad. Nuestras "madres" casi todas arrasarían con lo encontraran, no creo que en este caso se trate especialmente de la crisis, es que es no lo pueden evitar: es gratis = me lo tengo que llevar (pa aprovechar).
Por cierto hace un tiempo estuve en Valencia con la family viendo la Ciudad de las Artes y me alojé en la misma compañía. Estuvo muy bien, fue un pack muy económico.
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