lunes, agosto 06, 2007

EL PETRÓLEO DEL SIGLO XXI ES EL AGUA

Durante mis vacaciones no sólo me he rascado la barriga, que es una de las mejores maneras de descansar. No hacer nada se convirtió en uno de mis 'hobbies' pero también quise aprender algo de cultura general, arte, cine, teatro, etc. Y hablé con un economista, y me contó que el petróleo del siglo XXI va a tener un nombre muy simple: H2O. Es decir, el agua. Estamos ante un preciado elemento que es cada vez más difícil de encontrar y que hay que ir a buscarlo más lejos. El cambio climático, la sobreexplotación de nuestros recursos y el consumismo excesivo de las industrias hacen que cada vez quede menos agua.

Estoy en Andalucía, donde algunos pueblos tienen serias dificultades para recibir agua corriente. Sé que es la historia de cada verano, pero hoy mismo he estado en una aldea que lleva año y medio sin agua potable. Es decir, que el agua que les sale del grifo tan sólo la pueden utilizar para la limpieza de la casa o regar las plantas. Y se acabó.

Pues bien, vuelvo al discurso del economista. Mi amigo me contó que Font Vella había comprado los principales manantiales de España, entre ellos algunos en Lanjarón y otros en Cazorla. ¿Por qué? Pues porque la visión de negocio de Font Vella hace que vean el agua no sólo como un producto de primera necesidad, sino como una materia prima de valor estratégico cada vez más alto, cada vez más escasa y codiciada por más países que la necesitan en un grado de calidad importante. Por eso Font Vella quiere las mejores reservas de agua. El petróleo se agota, se buscan energías diferentes y el agua, cuyo ciclo cada vez se cumple menos, es el "petróleo del siglo XXI".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

te dije que me gustas?

Belén Peralta dijo...

Hay que mentalizarse de que es imprescindible ahorrar y reciclar todo lo que se pueda con respecto al agua. Por ejemplo, cuando hablo de reciclar me refiero a que mi madre tiene un aire acondicionado portátil, de éstos que se les conoce como "pingüino", y cada equis tiempo hay que vaciar un compartimento que se llena de agua. Pues bien, en lugar de tirarla sin más, yo la voy echando en el cubo de fregar el suelo, para así, tras verter el contenido de varios compartimentos, ya poder tener una cantidad aceptable para ponerme a fregar. No riego la plantas con ella porque sale demasiado caliente. Pero sí riego con el agua de haber hervido las verduras.

Lleno completamente la lavadora, o el lavaplatos, o mis duchas no se eternizan. Son pequeños gestos que hacen poco a poco una montaña.

Gracias por tu comentario sobre el agua, un bien tan preciado, Javi.

Mil besos.

B.

Anónimo dijo...

Hola,

Creo que el autor de este blog se pavoneaba hace no mucho de haberse hecho masón. Recomiendo la lectura de este artículo:

http://blogs.periodistadigital.com/corrupcionglobal.php/2007/08/07/p110105#more110105