Las estadísticas en el fútbol no valen prácticamente para nada, quizá para que rompan una y otra vez. Me hace gracia que ahora se hayan vuelto a poner de moda y que un canal de televisión, la Sexta, el del "tiki-taka", no haga más que dar números y más números cuando después no se ponen en evidencia sobre la cancha. Miramos la clasificación y encontramos a tres equipos que empatan en el liderato de la Liga, Barcelona, Sevilla y Real Madrid. Y luego pensamos en lo que están ofreciendo, al margen de los resultados, y sientes que la llamada “mejor Liga del mundo” es un torneo con muchos despropósitos desde el punto de vista del espectáculo, donde el buen paladar del aficionado está huérfano de sensaciones, donde el bolsillo del futbolista y el representante está inmerecidamente lleno.
Miremos a los dos grandes. Tanto Barcelona como Real Madrid están muy por debajo de sus posibilidades, pero al final son los últimos metros los que deciden los partidos. Es la calidad individual de determinados jugadores la que marca la diferencia. El Barcelona no supo jugar contra el Nàstic, pero el equipo de la Imperial Tárraco perdonó demasiado cuando el balón se jugaba más en el campo del Barcelona que en el suyo propio, y luego fue un buen control de Saviola, una pifia de César Navas y la precisión de Iniesta quienes sacaron un resultado que tiene más de cosmético que de realidad.
Del Real Madrid podríamos estar media hora hablando y no acabaríamos. Tensiones en la cúpula del club, tensiones en el vestuario, con jugadores que juegan según entienden ellos porque de Capello pasan absolutamente... Y luego vemos a Maxi López acreditando que no era un delantero para el Barcelona, y encontramos a Robinho haciéndose un lío impresionante que también acredita que lo que cobra no tiene que ver con lo que hace, y Van Nistelrooy cuya racha es casi como la del resto del equipo... Al final, el Madrid se lleva tres puntos tras una jugada a balón parado. La calidad individual, siempre la calidad individual, la diferencia entre el grande y el pequeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario