AYER ESTUVE CON UN GRUPO DE NIÑATAS

No me estoy refiriendo a la juerga que me pegué ayer noche ni a las mujeres que conocí. Me refiero al día de trabajo que tuve ayer sábado. La jornada se preveía bastante tranquila: un reportaje sobre el aceite de oliva de la tierra y un directo siempre amable... hasta que me sorprendieron con un caso de violencia entre adolescentes que tuve que hacer aprisa y corriendo, con la premura propia de las noticias que surgen por sorpresa.

Y me presenté en un pueblo de la provincia de Granada limítrofe con Jaén. En Montillana, que es el nombre de ese pueblo, encontré a una chica de 16 años con un collarín, el brazo en cabestrillo, diversas heridas y actitud apocada. Hace una semana que dos "amigas" le habían agredido en su casa por un pique típico de adolescentes. Patadas, puñetazos, amenazas, alguna navaja que llevaba una de las presuntas agresoras ¡de 14 años!... y la agredida en el suelo, inconsciente.

Una vez vi la situación, me desplacé a la casa de las dos presuntas agresoras, que vivían en Noalejo, el pueblo de al lado. En la primera casa, la familia lo desconocía todo y lógicamente se negó a hablar ante las cámaras. En la segunda casa, pude conocer a una de las presuntas agresoras, cuya cabeza asomó por la puerta junto con la madre. Esa segunda chica le había contado a la señora que "había discutido con una amiga el domingo", sin más. Yo le di todo tipo de detalles de lo que había pasado. La niña tenías las orejas gachas. La madre también se negó a hablar. Supongo que por la vergüenza que le daba...