He conocido un caso de acoso escolar ('bullying') donde se ve perfectamente la sobreprotección de gente acosadora porque es menor. El acosado, cuya abuela denunció el caso ante la fiscalía de menores, tiene 13 años y casi todo el resto de gente que le pegaba habitualmente tiene también 13 años. Problema: como no tienen 14 no se puede ejercer sobre ellos medidas suficientemente coercitivas. Y es que no sólo son menores (de 14 a 17 años), sino muy menores (menos de 14) y eso les da derechos, ¿pero qué derechos?, ¿que sigan pisando la clase?, ¿que no vayan a ningún centro de menores?
¿Y los derechos del que recibía puñetaños con piedras en los nudillos?, ¿y los derechos del que va "acongojado" al instituto porque sabe que le están esperando?, ¿y los derechos del que ha dejado de jugar al fútbol en su equipo porque le pegaban en el campo y en el vestuario?, ¿y los derechos del que no se atreve a hablar porque "si lo haces te damos una paliza de muerte"?, ¿y los derechos del que no sabe qué camino pillar para volver a casa porque sabe que le estan esperando?
¿Qué estamos haciendo entonces?, ¿proteger a nuestros menores o amparar la violencia en nombre precisamente de los derechos de los menores?, ¿o no será que estamos poniendo una supuesta inocencia por delante del que recibe bofetada tras bofetada?, ¿o no será que estamos dando demasiados derechos y muy pocos deberes? Fue irónico comprobar ayer como los padres de los agresores les defendían a capa y espada y recordaban a la indignada abuela del agredido que no les iba a pasar nada a ninguno de sus hijos hicieran lo que hicieran. ¿Cuál era la razón? Que no llegaban a los 14 años. Y el supuesto agresor al lado escuchándolo... tomando ejemplo de un padre que casi le dice que puede hacer lo que le dé la gana. ¿Qué estamos haciendo?
Por cierto, la foto de arriba es de la película 'Bullying', un excelente film que toca un tema del que nadie quiere hablar.
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