miércoles, septiembre 05, 2007

LA MÁQUINA DE LA VERDAD

Ése era el título de un programa de televisión que presentaba Julián Lago y que supuso uno de los primeros éxitos de Tele 5, en los años 90, con el comienzo de los canales privados. 'La máquina de la verdad' era un detector de mentiras analógico que llevaba el famoso profesor Gelb (tenía que ser americano, por favor) y que supuso un paso más en los 'reality shows'. Un famoso normalmente conflictivo era el invitado al programa y se le sometía al test del polígrafo. Especialmente célebre fue el espacio donde tuvieron sometida al aparatito de marras a Antonia Dell'Atte (por cierto, si en Italia vas preguntando por la calle, nadie te sabe decir quién es la tal 'Antonia de la Leche').

Pues bien, como todo el mundo sabe, Antena 3 y Tele 5 pusieron de moda recientemente el polígrafo, tanto digital como analógico para sacarle las vergüenzas a los famosos más cutres que uno se pueda echar a la cara. Pues bien, ayer conocí en Andújar a un señor que se llama Diego Molina y que se dedica a ir con su polígrafo por toda Andalucía. Es una especie de 'hombre del maletín' que trabaja por encargo.

¿Que una mujer sospecha que su marido le pone los cuernos? Pues allá va Diego a sacar el agua clara. ¿Que el departamento de recursos humanos de una empresa quiere saber si a los candidatos a un puesto importante les va a crecer la nariz? Pues allá que va el hombre con su maletín y con el aparatito dentro para saber quién miente y quién no. Y así un largo etcétera. Eso sí, Diego me asegura que el 90 por ciento de los casos que trata son de posibles cornamentas en parejas.

En un reportaje en 'Andalucía Directo' probamos la eficacia del aparato y parece que funciona. Sin embargo, hay muchas voces críticas y yo personalmente no acabo de ver muy claro eso del polígrafo. En mi opinión, por dos motivos. Primero, porque si eres una persona especialmente adiestrada puedes controlar tus impulsos nerviosos, cardiacos y respiratorios para que la máquina señale lo que tu quieras.

Y en segundo lugar, considero que el concepto 'verdad' es cada día más relativo. Todos podemos tener unas convicciones morales e incluso conocer los derechos fundamentales del ser humano, pero a estas alturas convenir sobre lo que es realmente verdad es inútil. En los asuntos de cuernos que Diego Molina trata, puede haber infidelidades consentidas o no, infidelidades disfrutadas por el otro miembro de la pareja o no, o verdades ocultas o no. El concepto 'verdad', hoy por hoy, es cada vez más relativo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los hechos son lo que son, lo que es diferente es la percepción e interpretación que cada uno hacemos. Esa interpretación es terriblemente potente, porque si hacemos creer a nuestro cerebro, y a nuestras emociones, que algo es de determinada manera. Nada, ni nadie podrá cambiarlo.