EL FACHA JOSEP ANGLADA INFLUYE EN DECISIONES DE PARTIDOS DEMOCRÁTICOS

Visto así puede sonar un poco fuerte, pero se entiende perfectamente cuando conocemos la noticia: El ayuntamiento de Vic, a 70 kilómetros de Barcelona, toma la decisión de prohibir el empadronamiento de los inmigrantes "sin papeles".

El mayor dirigente de la capital de la comarca de Osona, Josep Maria Vila d'Abadal, de CiU, apoyado por los concejales en el gobierno municipal, de su propia coalición y también del PSC y de ERC, han creado una medida que sólo se puede entender por dos cosas: la delicadísima situación social de determinados barrios de Vic y la incisiva intervención de la segunda fuerza política de esa ciudad, Plataforma X Catalunya, el grupo de Josep Anglada, ese ultra reciclado que ahora se pasea por los mercados repartiendo sonrisas, llamando al barrio del Raval de Barcelona "ravalkistán" y diciéndole a la "senyora Conxita" lo que quiere oír. Recordemos que su política se basa en el populismo y la xenofobia bajo la capa protectora que da el catalanismo.

No nos engañemos. Desde la mentalidad de muchos catalanes, el nacionalismo propio se considera progresista y democrático porque en su momento llevó la bandera anti franquista. Ahora no es así, al menos en el caso de Josep Anglada, antiguo militante de Fuerza Nueva, cuya trayectoria queda perfectamente resumida en el vídeo que vuelvo a poner aquí. Hace dos años y medio que este blog ya habló de ellos advirtiendo de lo que se nos venía encima y, aunque no gobiernan en Vic, su presión ha empujado a políticos "normales" que, para ganarse al electorado, han tenido que dictar medidas que se encaminan a dejar a miles de personas sin sanidad u otros servicios básicos. Es algo que incluso podría dejar el campo abierto a una mayor pobreza y a la explotación por parte de los empresarios.

Aun así, no neguemos la mayor: en Vic hay 38.000 habitantes, el 25 por cierto de ellos extranjeros, y muchos de ellos en paro por culpa de la dichosa crisis. No daban problemas a nadie cuando eran mano de obra barata y todos estaban metidos en la construcción, el textil, la agricultura, y en el mundo de los embutidos, gracias a los cuales Vic tiene su nombre puesto hasta en los almacenes Harrod's de Londres.

El problema es hoy. Hasta 90 nacionalidades distintas y un grupo de 'fachas' prometiendo a la "senyora Conxita" que le harán todas las gestiones posibles en el ayuntamiento para que echen a los 'moros'. Pues ya lo tiene usted, "senyora Conxita". Aunque Anglada no sea alcalde, aunque sea el líder de la oposición municipal, ya ha hecho lo suficiente para que el alcalde de verdad tome medidas para sacar a los inmigrantes de su barrio.

Pero los colmillos de Josep Anglada no sólo han llegado a vampirizar a la coalición gobernante en Vic, sino a la mismísima Pilar Rahola, que ha apoyado públicamente en su columna de 'La Vanguardia' la medida xenófoba del ayuntamiento "osonenc". Y, aunque ahora Anglada no sea más que un político local, puede conseguir en las autonómicas de este año que el Parlament de Catalunya sea el escenario del retorno de la extrema derecha a una cámara de diputados española, hecho nunca visto desde la legislatura 1979-1982, de cuando Blas Piñar era diputado en el Congreso. Hablo de Blas Piñar, sí, el antiguo jefe de Josep Anglada. ¡Qué curioso!