Hasta ahora he preferido no hablar del terremoto de Haití. No es porque no me mantenga indiferente ante el asunto, sino porque temo caer en los tópicos de compasión que se manejan siempre. Que si todos deberíamos ayudar, que si es necesario "nuestro granito de arena" (yo mismo he aportado una cantidad a la ONG Plan España, a la que estoy suscrito), que si es un país muy convulso, que si a perro flaco todo son pulgas, etc.Para decir eso no hace falta que escriba. Además ya hay blogs que dan información casi al momento. Ahí está el esfuerzo también de los periodistas que se erigen en notarios de la catástrofe, para que podamos ver las cosas con ojos limpios. No seré nada objetivo por hablar bien de mis amigos, pero me da igual. Destaco aquí el rigor de las crónicas que envía desde ese país mi amiga Elena González, de Onda Cero.
En cualquier caso, y al margen de lo obvio, prefiero tocar temas que generan discusión y no temas indiscutibles como la importancia de la solidaridad. Sin embargo, estos días me llama mucho la atención el despliegue del ejército de Estados Unidos en la zona para garantizar la seguridad de un país sumido en el caos. Al menos eso es lo que se supone que deben hacer los soldados 'yankis'. Pero me llama la atención que el 'show' militar sea superior al despliegue humanitario, al menos visto desde los medios que aporta la administración Obama para uno y otro menester.
Los tertulianos sabelotodo nos convencen de los beneficios de la intervención norteamericana en Haití, y sin duda alguno habrá, pero cuando veo en la web de TeleSur, la CNN de los países 'chavistas', que "tropas estadounidenses toman palacio presidencial haitiano" prefiero recurrir al refrán "a río revuelto ganancia de pescadores" y pensar en un aprovechamiento estratégico de la situación para dominar un región tan interesante como el Caribe.
La supuesta maniobra de salvación de ese país caribeño por parte del padrecito 'yanki' tiene, bajo mi punto de vista, una interpretación geopolítica interesante. Fíjate en el mapa que dejo más arriba: la menor distancia entre Haití y Cuba es de unos 77 kilómetros, concretamente entre el Cabo San Nicolas en Haití y la Punta Maisi en Cuba. Creo que sobra recordar la piedra en el zapato que supone la dictadura cubana para los intereses de Estados Unidos... Por lo tanto, me resulta curiosa una intervención militar tan decidida sobre un país tan sumamente olvidado en otros momentos en los que realmente necesitaba una ayuda que ya ha llegado demasiado tarde.
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