Me da igual la crisis, especialmente cuando algunos derechos básicos del ser humano se pisotean. Ahí no hay debate posible, de qué recortamos o qué no recortamos, cuando un empresario contrata a 'sin papeles' por sistema, paga en negro, un trabajador se le queda manco y le abandona a su suerte a 200 metros del hospital. Me refiero a una panificadora de Real de Gandia, en la comarca de La Safor, País Valenciano. La información más extendida viene aquí.
Yo viví un caso parecido en noviembre del 2006 en Bailén. Era un chavalito de 18 años y le pusieron en una fresadora con apenas 15 días en la empresa, sin recibir instrucciones sobre la peligrosidad de la máquina. Pedro Jesús fue ingenuo y demasiado obediente. Aquí es todavía más humillante porque si en el caso de la panificadora se sabe que el jefe echó la extremidad a un contenedor y hasta la recuperaron, aquí la mano ni se supo dónde quedó. "No es la pata de un pollo, es la mano de mi hijo", me decía la madre con amargura. Si le das al play que hay bajo la foto podrás ver el vídeo que hicimos en su momento para 'Andalucía Directo' de Canal Sur y podrás comprobar que por más que pase el tiempo las cosas no cambian.
Y una pequeña reflexión. Se habla de crisis y de reforma laboral. ¿Cómo podemos plantear una reforma laboral si todavía tenemos estos casos? Para mí, la reforma laboral sólo es posible cuando hablamos de principios y derechos básicos. Y sobre eso hagamos la reforma necesaria, pero no perdamos los salarios mínimos y la seguridad en el trabajo. Nuestros derechos no se tiran al contenedor.
Soy de Barcelona, pero he vivido en Jaén, Madrid, Andorra, Reus y Londres. Me siento aventurero ya que he hecho de todo y tengo todo por hacer. Me mueven los valores de laicidad, tolerancia y respeto. Me siento átomo en medio del universo. Deseo la libertad, la igualdad y la fraternidad. Bienvenidos a mi blog. Está abierto a todos vuestros comentarios.
jueves, junio 11, 2009
DERECHOS BÁSICOS Y REFORMA LABORAL
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1 comentario:
Cuando tiene uno noticia de casos así, la indignación es mayúscula. ¿cómo es posible que todavía pasen cosas de este calibre? Y el problema es pensar cuánta gente se encontrará en la misma situación que este chaval boliviano. De forma evidente, hay que meter mano aquí y que situaciones de esta naturaleza no queden impunes.
Comparto al 100% contigo ese último párrafo.
Un saludo
PD: ¿País Valenciano?
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