No hay partido como el derbi. Diciendo esto no creo que gane el Pulitzer, pero sí que marco la diferencia entre un derbi y todo lo demás. Un Barça-Madrid no es una final, sino más que eso. A la final puede llegar cualquiera, pero el Barcelona y el Real Madrid sólo tienen enfrentamiento garantizado dos veces al año con todo lo que mueven. Ponerse a dar cifras no creo que sea ahora lo más importante.
Variables del encuentro. El Barça, si quiere, puede jugar mejor que el Madrid, pero falla en los últimos metros. El Madrid, si quiere, puede ganar al Barça, pero tendrá menos el balón. La presión la tendrá el Barcelona. El partido será tenso, pero de poca calidad. No va a estar Messi. El protagonista podría ser Guti. O Ronaldinho como se destape. Schuster ya la ha empezado a liar hablando de árbitros con una ambigüedad calculada. Rijkaard está jugando al despiste.
Eso sí, yo echo de menos a otros personajes. Añoro a Ramón Mendoza y Lorenzo Sanz haciendo declaraciones contra los catalanes. También han desaparecido los espectáculos que montaba en el palco Joan Gaspart. Ya no está el lloriqueo de Núñez, ni el "siempre negatifo" de Van Gaal, ni el "tú no entiendes nada" de Toshack, ni las butifarras de Giovanni, ni las pedorretas de Jordi Culé, ni Fernando Hierro y Buyo provocando, ni Figo pitado... Pero siempre habrá polémicas con las que disfrutar.
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