Me hace mucha gracia que ahora todo el mundo se lleve las manos a la cabeza por lo que pasó ayer en Sevilla. Los medios de comunicación montan un escándalo de no te menees, la directiva del Sevilla muestra una mesura que hace tiempo que no se le conoce, la del Betis asegura que la agresión a Juande Ramos es un "acto aislado"... y todo el mundo esconde la cabeza de la que es su verdadera responsabilidad. Como siempre, y como estamos en España, todo el mundo echa la culpa a todo el mundo y no tiene la suficiente grandeza de mira para mirarse al ombligo y calibrar sus responsabilidades.¿Y cuáles deberían ser esas responsabilidades? Creo que todo el mundo estará de acuerdo en que los incidentes del Betis-Sevilla de ahí tienen unos responsables últimos, al margen de los energúmenos que te puedes encontrar en cualquier estadio. A estas alturas nadie o casi nadie discutirá sobre el triste espectáculo que han dado las dos directivas. Cabría preguntarse si lo que vimos ayer se hubiera dado igualmente sin el pique entre Lopera y Del Nido, sin el busto del máximo accionista bético sobre el presidente sevillista, sin declaraciones y réplicas más propias de un niño de cinco años que de hombres hechos y derechos...
Pues bien, ¿nadie va a atreverse a señalar a los culpables?, ¿nadie va a decir cuáles deberían ser realmente las responsabilidades que deberían recaer sobre los dirigentes del Betis y del Sevilla? Muy fácil. Los máximos responsables de ambos clubes deberían irse a su casa, a no molestar más a la buena gente del fútbol, que es la mayoría. Y digo más. Desde los estamentos federativos debería haber mecanismos para destituir a los presidentes que generan violencia, por muchas acciones que tengan de sus respectivos clubes. Porque una cosa es la libertad de empresa y la otra, mucho más importante, la responsabilidad social.
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