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| AFP |
"Si lo que vas a decir, no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir". Eso es lo que dice un proverbio árabe. Y ante la comparecencia de Teresa Romero, recién salida de su infierno con el ébola, su testimonio emocionado es lo que debemos tomar. Sin más. Al margen de las creencias religiosas de cada uno y a las alusiones al apostol Santiago, prefiero ni quitar ni poner nada a la lectura del comunicado de Teresa Romero, al margen de sus críticas a la incompetencia de la ministra de Sanidad Ana Mato y de cómo sacrificaron a su perro Excálibur, "ejecutado sin que les dieran la oportunidad de alegar", aseveró el marido Javier Limón. En una palabra, agradecimientos al personal sanitario de Alcorcón y del hospital Carlos III y a todos los que la aman. Sólo había valores.
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