¿Es moral? Pues no. Porque el dinero sale de nuestros bolsillos. En total ver a la interesada, una tal Olga, le costaba a mil euros por viaje porque iba en clase 'business', es decir, que el coste total era 30.000 euros, aunque con las contrataciones que lleva a cabo el Senado de manera global, el precio pudiera reducirse casi a la mitad. ¿Debería dimitir Monago? Es un problema de su vida personal, que no tiene porque ser de monje cisterciense, pero como ciudadano no le tengo porque pagar juergas a este hombre. Lo más indignante del asunto es que la Cámara Alta se lo permita. Y ya puestos, lo que me deja más impactado aún es que el Senado todavía exista porque es un cementerio de elefantes.
Esta mañana Monago ha convocado una rueda de prensa sorpresa para dar explicaciones. Sus frases: "Mis viajes privados los he pagado yo". "Todos los viajes han sido de trabajo". "No puedo desmentir la información. No sé si son 32. No sé si es cierto. No sé qué viajes son. No hablo de mi vida privada, y tengo derecho al honor y mi intimidad". Monago está casado y tiene dos niños pequeños con "capacidad de entender". Así pues, hablamos de un asunto íntimo, de trapos que se lavan en casa y de dinero que Monago debería devolver al Senado. A todo esto, en el pueblo de mi madre, en San Vicente de Alcántara, había más de 70 fábricas de corcho y ahora quedan 20. Los voluntarios de Cáritas no dan abasto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario