Hace unos cuantos años los humoristas Tip y Coll se hicieron famosos por enseñar a toda España a llenar un vaso de agua de una forma absolutamente delirante. Hoy esa especie de timo ha perdido toda la gracia: en inglés se llama TTIP, como el comediante, y es el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión, cuyas negociaciones se están llevando en el más absoluto de los secretos entre la Unión Europea y los Estados Unidos. En teoría el TTIP sirve para llenar el vaso de agua, pero de la manera más rocambolesca: “aumentar el comercio y la inversión entre la UE y los EE.UU. haciendo realidad el potencial sin explotar de un auténtico mercado transatlántico que genere nuevas oportunidades económicas de creación de empleo y crecimiento mediante un mejor acceso al mercado y una mayor compatibilidad reglamentaria y marcando una pauta en materia de normas mundiales”.
En la práctica el timo de TTIP supondrá menos derechos laborales, menos políticas en trabajo, peores condiciones en las negociaciones colectivas, degradaciones laborales a base de subcontratas... un desastre. El vaso de agua se nos cae por completo y el trabajador va a perder más que nunca en tener agua pura, alimentos sanos y unos estándares de calidad de vida mínimamente aceptables. El vaso de TTIP abrirá pozos de petróleo cerca de Lanzarote y las empresas privadas podrán imponer sus iniciativas más piratas sin que la ley se lo impida porque se saltarán todas las soberanías nacionales habidas y por haber. Denunciémoslo ahora, antes de que sea demasiado tarde.
Sólo un dato. Según el profesor de Economía de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Albert Recio, en los siguientes diez años podríamos perder en toda Europa hasta 2 millones de puestos de trabajo más. A fecha de hoy me llegan noticias de la eurodiputada de Podemos Lola Sánchez a la que le dejan "negociar" en secreto en una especie de "living room" a condición de cuando salga de allí de "negociar" no suelte prenda. Y en esa habitación sólo puede haber siete u ocho de los más de 700 eurodiputados que hay. ¡Pues menuda negociación si no puede revelar secretos! A todo esto, ojo que vienen los asiáticos. Ya puestos a venderse a cuatro euros...
No hay comentarios:
Publicar un comentario