MUCHA GENTE SE QUEJA POR TONTERÍAS

Cuando hablamos de calor los periodistas siempre utilizamos frases de recurso como "los termómetros se disparan", "el asfalto se derrite", "hay sensación de bochorno", "no se puede salir a la calle" y cosas por el estilo. Cuando hablamos de frío las frases son a la inversa: "caen los termometros hasta niveles bajo cero", "el hielo no se rompe", "la boca se nos congela al hablar" y, por supuesto... ¡que "no se puede salir a la calle"!

En los dos casos aludimos a los más viejos de lugar, a cifras récord, recopilamos mil estadísticas y en los platós de televisión, cuando el presentador gira la cabeza al del tiempo, el que da la 'meteo' puede poner tres tipos de cara. La primera cara es casi de indiferencia si el presentador le pregunta a un meteorólogo experimentado (perdón mujeres no digo "meteoróloga experimentada", que sé que las hay, pero esto es un blog, no un discurso de político... o política). La segunda cara es de fingida sorpresa cuando el que cuenta la situación no tiene ni pajolera idea. La tercera cara es de pan cuando el que explica la información no tiene ni pajolera idea ni de meteorología ni de periodismo.

Fuera de estos tres casos, estaría el del gran Roberto Brasero, al que siempre debemos echar de comer aparte... Roberto, no te enfades, que eres un gran comunicador, que lo explicas todo muy bien, de verdad. Te habla precisamente el que no tiene ni idea de meteorología, el que cuando vio una foto aérea de las Islas Azores, esperaba una 'A' gigante y le tuvieron que explicar que el "anticiclón de las Azores" era otra cosa.

Bueno, no sigo. Lo que quiero expresar aquí es que nunca nos acostumbramos al tiempo y siempre nos estamos quejando, por lo que sea. Así que considero que es mejor quejarse por cosas más trascendentes que el tiempo que hace, salvo que las altas o bajísimas temperaturas perjudiquen a la gente del campo, los cuales estarán más hartos de las decisiones absurdas de la Unión Europea que de la peor de las inundaciones.