MÁS CERCA DE LA MUERTE, MÁS CERCA DE LA VIDA

A veces para apreciar más la vida tienes que pasearte cerca de la muerte. Nunca he tenido una Experiencia Cercana a la Muerte (una de esas famosas ECM), pero soy consciente de que en algún momento he estado a punto de matarme. El jueves pasado, sin ir más lejos, en un accidente donde se nos sacó por la carretera mientras subíamos por la montaña, y donde a punto estuvimos de precipitarnos hacia abajo.

Ayer me acordé de la vida al ver a un niño recién nacido, y a una familia cuyas cinco generaciones (de la tatarabuela hacia abajo) sobreviven. Puedes hacer click aquí si quieres ver el reportaje. Y hoy mismo he vuelto a recordar el valor de la vida al ver un muerto. En el control de realización, visionaba las imágenes de un señor que habían encontrado muerto frente a la catedral de Jaén. El hombre estaba desnudo completamente, con la cabeza destrozada, ensangrentado... Alguien le había echado un montón de mierda encima, junto con maleza del parque donde estaba. El hombre estaba enfermo mental y muchas veces aparecía borracho por la zona.

¿Quién le mató?, ¿quién le desnudó?, ¿cómo? Ni se sabe. Lo importante es que en ese momento lo estaba visionando todo, desde los planos más generales hasta los más cortos, los más morbosos... en un ejercicio de claro sadismo. Había planos que no podría incluir en el reportaje, planos a censurar, planos demasiado fuertes. Y quería verlos todos. Para estar más cerca de la vida...