Yo no sé qué es peor, si volar en parapente o bucear por el mercado laboral, si hacer lo propio en paracaídas o buscar piso. En cualquier caso, tocar la naturaleza desde el plano del riesgo y desafiar los límites es una experiencia de lo más gratificante y que te hace pensar en qué es lo realmente importante en la vida.
Especialmente, cuando tienes ciertos accidentes. Hace pocas horas un 4x4 nos vino de frente y nos embistió sacándonos de la pequeña pista forestal por la que íbamos. Nuestro coche se quedó con el morro hacia fuera. Afortunadamente, una maniobra de nuestro conductor, Antonio, nos salvó la vida. El sujeto al que le faltó poco para matarnos venía a una velocidad intolerable en un entorno natural. Por eso apenas tuvo tiempo de maniobrar. Aunque mucho me temo que su empresa no le va a sancionar. Yo lo haría.
Por otro lado, tengo que pedir disculpas por no haber puesto nada en este blog desde hace unos días. Afortunadamente he tenido mucho trabajo, aunque lo último que he hecho ha sido un tipo de labor profesional en la cual casi no notaba que estaba currando. En concreto, se trataba de la cobertura del Festival Internacional del Aire de la Sierra de Segura y Las Villas. Fijaos en esta conexión en directo desde un paramotor.
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