Es una frase que suele repetir un amigo mío. Y me parece acertada. Porque nos podemos autoproclamar laicos o aconfesionales o lo que sea, pero si los hechos no se corresponden con lo que pregonamos, si las formas no tienen nada que ver con lo que decimos, ya podemos autoproclamarnos contrarios a cualquier intervención del clero en la cosa pública que no nos creerá ni el tato.Cuando desde Izquierda Unida se solicita eliminar la cruz del juramento o promesa de cargos públicos, no se está pidiendo ninguna tontería. Hay quien se ha cachondeado de Llamazares y de sus dos escaños para machacar una propuesta que no habla de paro, ni de vivienda, ni de economía, pero sí de formas... y esas formas nos pueden guardar a nosotros. Ahora hay ministros agnósticos a los cuales les estorbará la cruz y la biblia, justo lo que le plantaron a Zapatero para prometer su cargo hace nada. Pero dentro de unos años habrá ministros musulmanes, evangelistas y de otros credos. ¿Para entonces qué va a pintar la cruz? Pues más o menos lo que pinta ahora.Hay quien dice que como la religión católica es la mayoritaria, no pasa nada con que tengamos la cruz encima de la mesa. Aquí el concepto de base es diametralmente opuesto a la laicidad, donde los conceptos metafísicos se quedan en lo privado, en casa, sin que deban ser cuestión de Estado. La laicidad no es anticlericalismo, como algunas opiniones interesadas nos quieren hacer ver. La laicidad es el más absoluto respeto por el otro, y dentro de ese respeto por el otro también se demanda respeto del otro a mí mismo. Respeto y libertad. Religión para quien la quiera, pero no por ley.Lo que pasa es que el problema de fondo es mucho más amplio. Estamos hablando de una iglesia que todavía goza de grandes privilegios, de un concordato con el Estado Español que el gobierno no ha tenido bemoles de denunciar y de una 'equis' para que cuente con una financiación extra a través de nuestros impuestos. Ahora el gobierno no se atreve a apoyar la propuesta de Izquierda Unida y a quitar la cruz... quizá por miedo a que los curas vuelvan a montar otra manifestación. ¿Pero qué gobierno tenemos?
miércoles, mayo 28, 2008
GUARDEMOS LAS FORMAS Y LAS FORMAS NOS GUARDARÁN A NOSOTROS
Es una frase que suele repetir un amigo mío. Y me parece acertada. Porque nos podemos autoproclamar laicos o aconfesionales o lo que sea, pero si los hechos no se corresponden con lo que pregonamos, si las formas no tienen nada que ver con lo que decimos, ya podemos autoproclamarnos contrarios a cualquier intervención del clero en la cosa pública que no nos creerá ni el tato.Cuando desde Izquierda Unida se solicita eliminar la cruz del juramento o promesa de cargos públicos, no se está pidiendo ninguna tontería. Hay quien se ha cachondeado de Llamazares y de sus dos escaños para machacar una propuesta que no habla de paro, ni de vivienda, ni de economía, pero sí de formas... y esas formas nos pueden guardar a nosotros. Ahora hay ministros agnósticos a los cuales les estorbará la cruz y la biblia, justo lo que le plantaron a Zapatero para prometer su cargo hace nada. Pero dentro de unos años habrá ministros musulmanes, evangelistas y de otros credos. ¿Para entonces qué va a pintar la cruz? Pues más o menos lo que pinta ahora.Hay quien dice que como la religión católica es la mayoritaria, no pasa nada con que tengamos la cruz encima de la mesa. Aquí el concepto de base es diametralmente opuesto a la laicidad, donde los conceptos metafísicos se quedan en lo privado, en casa, sin que deban ser cuestión de Estado. La laicidad no es anticlericalismo, como algunas opiniones interesadas nos quieren hacer ver. La laicidad es el más absoluto respeto por el otro, y dentro de ese respeto por el otro también se demanda respeto del otro a mí mismo. Respeto y libertad. Religión para quien la quiera, pero no por ley.Lo que pasa es que el problema de fondo es mucho más amplio. Estamos hablando de una iglesia que todavía goza de grandes privilegios, de un concordato con el Estado Español que el gobierno no ha tenido bemoles de denunciar y de una 'equis' para que cuente con una financiación extra a través de nuestros impuestos. Ahora el gobierno no se atreve a apoyar la propuesta de Izquierda Unida y a quitar la cruz... quizá por miedo a que los curas vuelvan a montar otra manifestación. ¿Pero qué gobierno tenemos?
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3 comentarios:
Sólo hay que echar un vistazo a los colegios, en muchos de ellos todavía preside "la pizarra" la banderita y el escudo de España,y la foto de Don Juan Carlos y Doña Sofía junto al Cristo Crucificado, esto sí que es un dilema ¿cúal habría que quitar primero?
Alone the dreams survive... dime un colegio, por favor. Te estaré agradecido.
Y de léxico, también hay un problema de léxico, porque jurar es afirmar algo poniendo a Dios por testigo. Por tanto, entre otras cosas, no se debería de jurar.
Y, ahora que lo mencionas, déjame que comente una cosa acerca de la tan manida "equis" en la declaración al fisco. Creo, sinceramente, que se está cometiendo una hipocresía, doble moral... no sé muy bien cómo definirlo. La X es para financiar, con una pequeña parte de lo recaudado, a la Iglesia, ¿no? Pues yo digo: ¿cuánto se ahorra el Estado con las miles de obras sociales (comedores sociales, orfanatos, residencias para mayores, etc. etc.) gestionadas y llevadas a cabo por la Iglesia en todo el país, en las cuales no miran si eres católico, ateo o musulmán? Pensemos en esto antes de atacar tan a la ligera.
¿Qué gobierno tenemos? El que hemos votado. Si no gusta, a votar otra cosa dentro de cuatro años...
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